Robots y chimpancés: El curioso hallazgo que reescribe la empatía animal

El experimento, publicado en Scientific Reports, arrojó datos sorprendentes: el 57.1% de los 14 chimpancés observados replicaron el bostezo del androide. Pero eso no fue todo. "No solo imitaron el gesto, sino que algunos comenzaron a recoger materiales para acomodarse o se acostaron, como si interpretaran la señal como un llamado al descanso", detalló Ramiro Joly-Mascheroni, líder del estudio.
La cabeza robótica, cubierta de silicona y accionada por 33 motores que imitan músculos faciales, fue diseñada para ejecutar tres expresiones:
Las teorías sobre por qué bostezamos siguen dividiendo a la ciencia. Algunos expertos lo atribuyen a un mecanismo para regular la temperatura cerebral, mientras otros lo ven como un residuo evolutivo vinculado a la sincronización grupal. Sin embargo, este estudio abre una nueva puerta: la posibilidad de que los animales proyecten comportamientos sociales incluso ante entidades artificiales.
Durante las pruebas, los chimpancés no solo bostezaron al ver al androide, sino que mostraron conductas asociadas al sueño. Los investigadores manejan dos explicaciones preliminares:
Mientras la ciencia sigue descifrando el misterio del bostezo, este experimento plantea preguntas incómodas: ¿qué tan profundamente están programados nuestros gestos? ¿Podrían las máquinas, en el futuro, influir en nuestras respuestas biológicas más básicas? Por ahora, solo queda claro que ni siquiera los robots están a salvo de un buen bostezo mañanero.