MANKATO, Minn
Los Vikingos seleccionaron a Teddy Bridgewater en el Draft.
El primer día del campamento de entrenamiento de los Vikingos de Minnesota empezó temprano, con una alarma contra incendios a la 1:30 de la madrugada que resultó falsa pero que obligó a todos a abandonar sus dormitorios.
Los jugadores comentaban en broma que su nuevo entrenador en jefe, Mike Zimmer, había orquestado una especie de prueba sádica a su fuerza mental. Quizá fue una mala señal de la inconsistente temporada que les espera.
O tal vez se trataba meramente de otro recordatorio de la urgencia del equipo por decidirse por un quarterback luego de una década de caos en el puesto más importante.
“No es un secreto. El puesto de quarterback realmente no ha funcionado, es por eso que uno sigue probando jugadores”, dijo el running back Adrian Peterson.
Como lo hizo con Teddy Bridgewater, seleccionado en primera ronda proveniente de Louisville y quien se convirtió en el intento más reciente de una de las franquicias más desventuradas de la NFL en la búsqueda por fijar la elusiva estabilidad en cuanto a su quarterback.
Ese carrusel ha girado frecuentemente durante la carrera de Peterson, y los 29 años del running back hacen que la producción constante de un quarterback sea mucho más crucial esta temporada.
Por ello, Zimmer debe tomar su primera decisión importante: si será Bridgewater o Matt Cassel quien esté detrás del centro en el primer juego de la temporada.