Y tal parece que una de las motivaciones del equipo de Dusty Baker es el silenciar a quienes no dejan de señalarlos de ‘tramposos’ y cuanto adjetivo se le ocurra.
Ni para dónde corran señores, hicieron trampa en 2017 y si bien en la serie mundial de ese año ganaron dos de tres juegos en su estadio, hay que voltear a ver la campaña regular y los playoffs contra Medias Rojas y Yanquis.
Pero si nos ponemos en 2020, el que abre la boca sin pensar parece ser el campo corto de Puerto Rico Carlos Correa, quien, tras eliminar a los Mellizos de Minnesota la semana pasada en dos juegos, se puso pantera y le preguntó a un reportero ‘¿qué dirán ahora?’
¿Pues qué caramba quiere que digan los medios? Lo que hemos dicho hasta ahora, que esa serie mundial que le ganaron a los Dodgers debería, al menos, tener un asterisco. Como muchos en el mundo del beisbol, creo que las Mayores se vieron timoratas al no castigar a ningún jugador.
Alguien debería decirle a los Astros que ni toquen el tema porque le avientan gasolina a la lumbre, pero Correa y el resto están en su derecho de declarar lo que les pegue su santa gana.
Lo he dicho antes, esos hechos (porque son hechos, no se trata de ningún tipo de leyenda urbana) acabaron con los despidos del manager AJ Hinch y el gerente general Jeff Luhnow.
Replicó en que los Medias Rojas de Boston le dieran las gracias a Alex Cora, coach de banca de Hinch en 2017 y a quien se le señala como principal artífice del robo ilegal… (hay robos legales en estos casos) y los Mets hicieron lo propio con Carlos Beltrán, otro miembro del staff de Houston ese año, sin que ni siquiera dirigiera una entrenamiento.
Hace días, Hinch y Cora sonaron como candidatos a dirigir a los Tigres de Detroit, tras su año fuera del beisbol. Así que aquí no pasó nada.
Que si los Astros llegan a ganar la serie mundial de 2020, al menos de mi parte tendrán todo el reconocimiento, no así de lo ocurrido en 2017, aunque le hayan ganado a mis odiados Dodgers de Los Angeles.
Muy cercaEl arranque de la campaña de la LMP está a cosita más de una semana y que me perdone la gente que dirige Omar Canizales pero creo que hay más preguntas que respuestas en esto del covid 19.
Mientras brincan casos en Tomateros y Sultanes, el circuito otoño-invierno va con todo y al menos este martes no he escuchado cuál va ser el aforo permitido en el estadio Sonora, hogar de los Naranjeros.
Me queda claro que los gobierno pretenden sacar a la población del temor y hacer moverse la economía, habrá que ver si el público se anima a esas
conglomeraciones. A fin de cuentas es un espacio abierto.
Ya se manejó que el Ayuntamiento permitirá a los Yaquis de Ciudad Obregón vender la mitad de sus entradas para cada juego… no le hagamos al loco, dudo que la LMP, en conjunto, promedie la mitad de las entradas a los estadios, pero bueno, es un comienzo. Muchas gracias.
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