Este viaje, aunque inusual para un equipo de la NFL, ha sido una experiencia única para los jugadores y el cuerpo técnico.
El equipo llegó a la ciudad del jazz el martes, cinco días antes de su partido contra los Santos, y se instaló en habitaciones de hotel junto a sus familias y mascotas. La prioridad número uno para todos fue la seguridad de sus seres queridos.
_"La familia es lo más importante en este momento",_ declaró el entrenador Todd Bowles. _"Si puedes sacar a tu familia y mantenerla segura, todo lo demás se puede reemplazar."_
Bowles destacó que la seguridad de todos, jugadores, entrenadores y sus familias, era lo más importante.
_"Entendemos que las cosas que hacemos en el futbol americano son una pequeña parte en el juego de la vida y vemos cómo un huracán va a afectar a las personas",_ agregó. _"Todos están aquí, y sus familias también. Eso lo hace mucho más fácil."_
La familia Glazer, propietaria de los Bucs, fletó dos aviones para transportar al equipo, sus familiares y mascotas, un grupo de aproximadamente 350 personas.
El mariscal de campo Baker Mayfield valoró el hecho de que la organización priorizara la seguridad de todos.
_"El hecho de que la organización priorizara la seguridad fue ‘muy importante’ y muy apreciado por los jugadores",_ dijo Mayfield.
El receptor Mike Evans, que creció en Galveston, Texas, una zona propensa a huracanes, también enfatizó la importancia de la seguridad.
_"Solo quiero que todos estén seguros al final del día",_ dijo Evans.
El equipo tuvo que adaptarse a un nuevo entorno de entrenamiento en el Estadio Yulman de Tulane, manteniendo en la medida de lo posible su rutina habitual.