Era viernes por la noche y Arizona State se enfrentaba a Utah, un rival de peso en el Big 12. La atmósfera era eléctrica, un hervidero de pasión y emoción. De repente, una figura emergió del tumulto. Era Kenny Dillingham, el entrenador de Arizona State, con el rostro enrojecido por la adrenalina y la euforia. El entrenador, un hombre de fuego y pasión, se dejó llevar por la emoción de la victoria, y no dudó en unirse al mosh pit que se había formado en el campo.
La victoria de Arizona State por 27-19 ante el No. 16 Utah fue una muestra clara del progreso del equipo bajo el mando de Dillingham. Tras una temporada 2022 plagada de lesiones y con un récord de 3-9, los Sun Devils se habían transformado. En este partido, el equipo demostró su fortaleza y su capacidad para competir con los mejores.
El héroe del partido fue Cam Skattebo. Este corredor corpulento, con una fuerza descomunal, se convirtió en una pesadilla para la defensa de Utah. Con 158 yardas y dos touchdowns, Skattebo lideró la ofensiva de Arizona State. Su capacidad para romper tacleadas y mantener el equilibrio fue impresionante. En el tercer cuarto, Skattebo ejecutó una jugada memorable: rompió varias tacleadas, bajó la mano para mantener el equilibrio y golpeó a otro tackleador para una carrera de touchdown de 50 yardas.
La noche no fue tan brillante para Utah. El regreso del mariscal de campo Cameron Rising, después de perderse tres partidos por una lesión en un dedo, no tuvo el impacto esperado. Rising se vio limitado por la lesión en la mano y una lesión en la pierna que sufrió en el primer cuarto. Su actuación fue irregular, con tres intercepciones y un rendimiento general poco brillante.
Utah tuvo varias oportunidades para igualar el marcador, pero no logró capitalizar. Los Utes tuvieron siete viajes dentro de las 30 yardas de Arizona State, pero solo anotaron un touchdown. En varias ocasiones, tuvieron que conformarse con goles de campo.
Micah Bernard, corredor de Utah, se convirtió en un factor clave en la ofensiva de los Utes. Bernard corrió para 129 yardas y un touchdown, demostrando su gran capacidad para generar yardas. Sin embargo, su esfuerzo no fue suficiente para contrarrestar el poderío de Skattebo y la buena defensa de Arizona State.
Caleb McCullough, apoyador de Arizona State, tuvo una actuación sobresaliente. Este jugador, que ha pasado toda su carrera universitaria en Arizona State, tuvo un partido memorable contra Utah. McCullough registró 12 tacleadas, una 1/2 para pérdida, y atrapó dos intercepciones, incluida la que sentenció el partido en el último cuarto.
La victoria de Arizona State ante Utah fue una muestra clara del potencial del equipo. Con Dillingham al mando, los Sun Devils se perfilan como un rival formidable en el Big 12.