Sin embargo, el partido amistoso contra el Valencia, un equipo español que llegó a México con un plantel plagado de suplentes, dejó un sabor agridulce.
El Tricolor arrancó con fuerza, Alexis Vega abrió el marcador con un golazo de tiro libre a los siete minutos, y Ozziel Herrera amplió la ventaja a los 32 con un disparo desde fuera del área. Parecía que la noche sería redonda para México, pero Dani Gómez, delantero del Valencia, descontó a los 41 con un remate de larga distancia.
El segundo tiempo comenzó con la misma intensidad, pero los mexicanos no pudieron mantener la ventaja y Gómez empató el partido a los 61 minutos, dejando el marcador final en 2-2.
A pesar del empate, los jugadores mexicanos se mostraron optimistas. "Hay que seguir trabajando", dijo Vega, "sabemos que aunque no tenían a sus grandes jugadores, venían a competir".
El partido, sin embargo, no estuvo exento de polémica. Los abucheos de la afición al final del encuentro fueron evidentes. "No nos gustan", reconoció Vega, "tenemos que convencer a la gente".
El próximo martes, México se enfrentará a Estados Unidos en el estadio Akron de Guadalajara, un partido que se perfila como crucial para el futuro del Tricolor. "Es un partido de preparación, no es el resultado que queríamos, pero hay que rescatar las cosas positivas, ahora hay que ponernos las pilas", dijo Jorge Sánchez, defensa de la selección.
La polémica por los abucheos de la afición y las dudas sobre el desempeño del equipo bajo el mando de Javier Aguirre se mantienen latentes. La próxima semana, el partido contra Estados Unidos será una prueba de fuego para el Tricolor, que busca reavivar la llama de la esperanza en la afición mexicana.