El alcalde de Cleveland, Justin Bibb, ha confirmado una reunión con los dueños del equipo, Jimmy y Dee Haslem, quienes han expresado su interés en mudarse a un nuevo estadio en el suburbio de Brook Park. Esta decisión ha generado polémica en la ciudad, pues se opone a los esfuerzos de la municipalidad por mantener a los Browns en Cleveland.
El equipo ha estado jugando en el estadio actual desde 1999, pero la ciudad ha propuesto una renovación de $1.100 millones para mantener a los Browns en su hogar. Sin embargo, la familia Haslem parece inclinarse por un proyecto de $2.400 millones para construir un domo en Brook Park, a 12 millas al sur de Cleveland. Este movimiento ha sido justificado por los Browns, quienes argumentan que un estadio con techo les permitiría jugar sin problemas de tráfico, estacionamiento y clima.
"Como alcalde, siempre daré prioridad a las necesidades de los residentes y negocios", aseguró Bibb en un comunicado. "El Haslam Sports Group querrá un techo sobre sus cabezas, pero mi responsabilidad es asegurar que los residentes de Cleveland tengan un techo sobre el suyo". Bibb ha añadido que la ciudad debe ser "práctica con las todas las necesidades y los recursos finitos".
El contrato del equipo con el estadio actual expira en 2028. Los Browns argumentan que el estadio actual requiere "mejoras sustanciales" para mejorar su sostenibilidad. El equipo busca una sociedad público/privada para el proyecto del domo en Brook Park.
Los Browns parecen decididos a tener su propia casa con techo, aunque esta decisión podría tener un impacto significativo en la ciudad de Cleveland.