La temporada 2024 se perfila como un periodo de transición, con varios jugadores clave llegando al final de sus contratos.
El futuro de Pete Alonso, el potente bateador favorito de los fanáticos, pende de un hilo. Representado por el agente Scott Boras, Alonso podría recibir ofertas tentadoras de otros equipos, incluyendo los Astros, Cachorros, Gigantes, Nacionales, Medias Rojas y Yankees. La situación de Alonso no es la única que genera incertidumbre. La gerencia de los Mets tendrá que lidiar con la agencia libre de varios jugadores importantes, incluyendo a Juan Soto, quien podría convertirse en uno de los fichajes más codiciados del mercado.
Además de la incertidumbre en el bateo, el cuerpo de lanzadores también enfrenta una reconstrucción. Jesse Winker y J.D. Martínez podrían convertirse en agentes libres, dejando un hueco en el puesto de bateador designado. El bullpen también necesita una renovación, mientras que la rotación de final de temporada probablemente solo conserve a David Peterson y Tylor Megill.
La situación de Kodai Senga, el proyectado abridor No. 1, es aún más complicada. El lanzador japonés sufrió varias lesiones durante la temporada y aún no se ha recuperado completamente. Sean Manaea, quien tuvo una temporada revelación, podría rechazar una opción de jugador de $13.5 millones para 2025, convirtiéndose en agente libre junto a Luis Severino y José Quintana.
A pesar de las bajas, el presidente de operaciones de béisbol, David Stearns, tiene experiencia en la búsqueda de talentos. Durante su tiempo con los Cerveceros de Milwaukee, Stearns logró armar un cuerpo de lanzadores de calidad a partir de jugadores disponibles en el mercado de agentes libres.
Con una nómina récord de 332 millones de dólares y un impuesto de lujo de 96 millones, el propietario Steve Cohen tiene los recursos para enfrentar este periodo de transición. Sin embargo, la tarea de reconstruir el equipo y mantener su competitividad será un desafío importante para la gerencia de los Mets.