La derrota ante los Chiefs no solo dejó un sabor amargo en la boca, sino que también se llevó consigo a uno de los jugadores claves del equipo.
La noticia que sacudió el mundo del fútbol americano llegó el lunes, cuando se confirmó la gravedad de la lesión del receptor estrella Brandon Aiyuk. Un golpe en la rodilla durante el partido contra los Chiefs, en una jugada para alcanzar la zona roja, terminó por romperle el ligamento cruzado anterior y el ligamento colateral colateral de la rodilla derecha.
_"Estaba sufriendo. Pero BA es un tipo fuerte y un tipo espiritual. Él cree que todo sucede por una razón. Así que él estará bien. Pero definitivamente un poco deprimido anoche"_, dijo Kyle Shanahan, entrenador de los 49ers, al hablar sobre la reacción de Aiyuk a la noticia.
Aiyuk, quien recientemente firmó una extensión de contrato por cuatro años y 120 millones de dólares, se perderá el resto de la temporada. Su ausencia deja un gran vacío en el ataque de los 49ers, especialmente considerando que otros receptores también se encuentran lidiando con lesiones. Deebo Samuel, quien se llevó una hospitalización por neumonía, se perdió gran parte del último partido y su regreso aún es incierto. Jauan Jennings, el receptor número 3, también está fuera de juego por una lesión en la cadera.
La baja de Aiyuk pone presión adicional sobre Ricky Pearsall, novato de primera ronda, quien tuvo su debut en la NFL el domingo. Con las lesiones de McCaffrey, Kittle y otros jugadores clave, los 49ers enfrentan un desafío complejo para alcanzar los playoffs y mantener su racha de llegar al juego por el título de la NFC. La temporada ya ha sido un camino lleno de obstáculos para el equipo, y la lesión de Aiyuk podría representar un nuevo obstáculo para superar.