La cláusula que impide transferir a James es un factor importante en esta situación. Si James quiere ser canjeado, probablemente lo será. Sin embargo, si no, seguirá siendo un Laker y continuará en un equipo que también incluye a su hijo Bronny. La línea de meta para James se está acercando rápidamente, ya que ha establecido casi todos los récords que va a imponer y tiene más dinero del que podría gastar.
En una entrevista el mes pasado, James admitió que "no voy a jugar mucho más tiempo, para ser completamente honesto. No sé cuántos años son, si es un año, dos años, lo que sea". Aunque sus números de puntuación han bajado, sus números de rebotes y asistencias han aumentado respecto de la temporada anterior. Su puntuación promedio es de 23 puntos por partido, su menor promedio desde su temporada de novato.
La época del año en la que nos encontramos es un momento de gran interés por la NBA, con 85 jugadores elegibles para ser canjeados a partir del domingo. Los traspasos son el tema de conversación detrás del telón de la liga en este momento, con algunos nombres importantes en juego, incluyendo mucha especulación sobre el futuro de Jimmy Butler en Miami.
El entrenador del Heat, Erik Spoelstra, ha descrito estas especulaciones como "narrativas", y ha señalado que "ya sabes, eso va a suceder en cada organización y en algún momento durante la temporada". La ausencia de James en la cancha ha sido notoria, especialmente en un momento en el que los Lakers han perdido siete de sus últimos 10 duelos, cuatro de esas derrotas por al menos 25 puntos.
La presencia de James aún se siente en Las Vegas esta semana, donde la liga se reúne para la finalización de la NBA Cup. Un enorme cartel publicitario que muestra a James promoviendo una compañía de licores es un recordatorio de su influencia y popularidad. Sin embargo, no está claro cuándo se le verá de nuevo en la cancha.