Se trata de un cambio significativo, un giro inesperado en una historia que lleva décadas escribiéndose.
Este cambio afecta directamente a la Copa Ryder y a sus protagonistas: los jugadores estadounidenses. Hasta ahora, la participación en este prestigioso torneo era sinónimo de honor, patriotismo y la oportunidad de contribuir a la caridad. Pero la ecuación ha cambiado.
La PGA de América anunció recientemente un nuevo esquema de remuneraciones para el equipo estadounidense. Keegan Bradley, capitán del equipo, se pronunció al respecto, confirmando que donará la totalidad de su asignación a obras benéficas. La decisión, toma, según palabras del presidente Don Rea, “por respeto a los jugadores, para que ellos decidan a dónde va el dinero. Es un reconocimiento por su entrega a la Copa Ryder a lo largo de los años”.
¿De qué cifras estamos hablando? Cada uno de los doce jugadores, incluyendo al capitán, recibirá un total de 500.000 dólares. De esta cantidad, 300.000 dólares serán destinados a obras de caridad elegidas por los propios jugadores, mientras que los 200.000 dólares restantes serán un estipendio directo para cada uno.
Este nuevo sistema representa un aumento significativo con respecto al acuerdo de 1999, donde únicamente se asignaban 200.000 dólares para caridad. Don Rea, en una entrevista telefónica, explicó que “después de tantas reuniones y 25 años sin cambios, 500.000 dólares parecía el punto de equilibrio correcto.”
La decisión no está exenta de controversia. Algunos, como Rory McIlroy, han manifestado públicamente su postura, afirmando en una entrevista con BBC Sport: “Personalmente, pagaría por el privilegio de jugar en la Copa Ryder”. Un punto de vista que destaca la tradición de amateurismo que ha caracterizado históricamente la competencia.
Incluso figuras como Tiger Woods han participado en el debate desde 1999. En aquel entonces, según Woods, el deseo era tener más voz en la gestión de los fondos destinados a caridad; ahora, la situación ha evolucionado, ofreciendo a los jugadores una remuneración directa, sin dejar de lado el componente benéfico.
La PGA de América, en un comunicado en redes sociales, subrayó la importancia de los jugadores y capitanes para el éxito de la Copa Ryder, reconociendo su labor en convertirla en “la competencia más especial del golf y uno de los eventos deportivos más prestigiosos a nivel internacional”. La decisión final involucra también un paquete de compensación, aunque menor, para los asistentes de los capitanes.
La nueva estructura de pagos se aplicará a partir de los partidos de septiembre en Bethpage Black, generando, sin duda, una nueva dinámica en la estrategia y la atmósfera competitiva.