Este año, la ciudad de Jacksonville se encuentra en el centro de una de estas controversias.
El nombre de Doug Pederson, hasta hace poco entrenador en jefe de los Jacksonville Jaguars, resonó fuertemente en los pasillos de la liga. Después de una inversión millonaria sin precedentes por parte del propietario Shad Khan, quien incluso llegó a declarar que este era el "mejor equipo armado" en la historia de la franquicia, los resultados no acompañaron las expectativas.
La inversión, cercana a los 500 millones de dólares, se destinó a la contratación y renovación de contratos de jugadores clave como el quarterback Trevor Lawrence, el cazamariscales Josh Hines-Allen y el cornerback Tyson Campbell. Sin embargo, la temporada culminó con un decepcionante récord de 4-13, la décima temporada perdedora en los 13 años de Khan como propietario.
Esta situación llevó a Shad Khan a tomar una decisión drástica: despedir a Doug Pederson, a pesar de tener un año restante en su contrato. La decisión, anunciada un día después de la derrota en tiempo extra contra Indianápolis, generó un debate inmediato entre los aficionados y expertos, especialmente considerando la permanencia del gerente general Trent Baalke, quien ha recibido críticas por sus decisiones en el draft y fichajes.
El comunicado de Khan destaca su apoyo a Pederson y su familia, pero enfatiza la responsabilidad de priorizar los intereses del equipo y sus fieles seguidores. Khan ya se encuentra en la búsqueda de un nuevo entrenador en jefe, y se menciona que algunos coordinadores ofensivos de la NFL, como Ben Johnson (Detroit) y Liam Coen (Tampa Bay), podrían estar en la lista de candidatos. La pregunta clave es: ¿aceptarán trabajar con Baalke?
Pederson, quien llegó a Jacksonville tras un exitoso paso por Filadelfia donde ganó el Super Bowl en 2018, deja atrás un registro de 23-30 con los Jaguars. A pesar de haber logrado llevar al equipo a los playoffs en su primera temporada y ser el primer entrenador en la historia de la franquicia en iniciar con temporadas ganadoras consecutivas, la presión de los resultados y las lesiones sufridas por el equipo en la recta final de la temporada jugaron un papel crucial en su salida. Su despido lo convierte en el quinto entrenador en jefe de la NFL despedido en la presente temporada.
La situación en Jacksonville deja abiertas muchas interrogantes sobre el futuro de la franquicia. La inversión realizada, la decisión de mantener a Baalke y la búsqueda de un nuevo entrenador en jefe, prometen una temporada baja llena de incertidumbre y expectativa para los fanáticos de los Jaguars.