Se respira la urgencia de la victoria, la búsqueda de un lugar en la historia.
Este sábado, Justin Herbert, quarterback de los Chargers de Los Ángeles, tendrá la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en su joven, pero ya impresionante, carrera. Su segundo encuentro de postemporada llega cargado de expectativas, tras una temporada con luces y sombras. A pesar de haber batido récords personales —como el ser el segundo jugador en la historia de la liga en totalizar al menos 500 intentos de pase y lanzar tres o menos intercepciones en una temporada, siguiendo los pasos de Aaron Rodgers en 2018— el equipo aún busca la consagración en los playoffs.
El encuentro contra los Texans en Houston no será tarea fácil. Herbert reconoce la importancia del juego: “Significaría todo para nosotros (conseguir una victoria). Es el juego más importante de este año porque es el siguiente”, afirmó el jugador, consciente de la mochila que lleva a cuestas tras la amarga derrota de hace dos años contra Jacksonville, donde una ventaja de 27-0 se esfumó en un doloroso revés. Esa experiencia, sin embargo, no lo paraliza. “Nunca dejas que un juego anterior afecte al siguiente”, asegura Herbert.
La temporada 2023 fue estadísticamente mixta para el quarterback. Si bien promedió un mínimo en su carrera de 227.6 yardas de pase por juego, logró una calificación de pasador de 101.7, la más alta de su trayectoria. A pesar de las dificultades, Herbert ha roto barreras: cuenta con la mayor cantidad de pases completos (1.945) y yardas de pase (21.093) para un jugador en sus primeras cinco temporadas en la historia de la NFL. Un logro que pocos pueden igualar, a pesar de las adversidades.
Este año, Herbert tuvo que adaptarse a una nueva ofensiva, su cuarta en cinco años, además de lidiar con la salida de jugadores clave como Keenan Allen y Mike Williams. A esto se sumaron lesiones que lo marginaron de los entrenamientos y juegos. El propio Herbert admite: “Lleva mucho tiempo, especialmente tener una sensación de por qué está llamando a cierta jugada y entender los diferentes controles y lo que quiere”. El aprendizaje de la ofensiva del coordinador Greg Roman fue un reto significativo.
Sin embargo, la temporada también trajo mejoras. Una de las áreas más destacadas es el uso de las fintas, crucial en el esquema ofensivo de los Chargers. “Siento que ha mejorado increíblemente desde el primer día hasta ahora”, comenta Roman sobre la evolución de Herbert en este aspecto. El entrenador Jim Harbaugh, por su parte, destaca la precisión y velocidad de lanzamiento de Herbert, un factor clave para superar a las defensas rivales: “El balón se libera tan rápidamente que pasa por las personas. Los defensores no tienen la ventaja de prepararse”.
Los Chargers enfrentarán a una defensa de los Texans que se encuentra entre las mejores de la liga contra el pase, permitiendo solo 201 yardas por juego y liderando en intercepciones. El sábado, los Chargers buscarán, ante esta férrea defensa, ejecutar en tercer down y zona roja, minimizar pérdidas de balón, y por supuesto, la victoria.