En medio de esa atmósfera cargada de expectativa, Saquon Barkley se convirtió en el protagonista indiscutible. Sus impresionantes carreras, una de 62 yardas y otra de 78 yardas, dejaron a la defensiva de los Rams completamente descolocada. La potencia y la velocidad de Barkley fueron simplemente abrumadoras, culminando en una actuación memorable de 205 yardas terrestres.
"Slide, Eagles, Slide!", gritó la multitud mientras Barkley se deslizaba en la nieve tras su segundo touchdown, una imagen icónica que quedará grabada en la memoria de los aficionados. La alegría fue aún mayor gracias a la contribución de Jalen Hurts, quien también anotó con una carrera de 44 yardas.
Pero la victoria no fue fácil. Los Rams, a pesar de sus errores, dieron una dura pelea. Matthew Stafford, con un pase de touchdown de 4 yardas a Colby Parkinson, mantuvó a su equipo con esperanzas hasta el final. Dos puntos extra fallados por Jake Elliott agregaron dramatismo al encuentro, dejando a los Eagles con un margen de victoria más ajustado de lo esperado: 28-22.
Los últimos minutos del partido fueron de alta tensión. Stafford lideró una prometedora ofensiva, conectando pases de 11 y 37 yardas, acercando a los Rams a la zona de anotación. Sin embargo, un sack crucial de Jalen Carter en tercera oportunidad, seguido de un pase incompleto en cuarta, sellaron el destino del encuentro.
Con este triunfo, los Eagles se aseguraron su lugar en el juego de campeonato de la NFC, un evento que se celebrará en el Lincoln Financial Field, sede que los ha visto disputar este encuentro en cuatro ocasiones desde su inauguración en 2003. La victoria del sábado de los Commanders sobre los Lions agrega otro elemento de anticipación: el partido por el título de la NFC se jugará contra Washington.