Campbell gana en Vidanta Vallarta tras desempate dramático
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El escenario: un desempate. Los protagonistas: Brian Campbell, un jugador con una década de experiencia profesional sin una victoria que lo consagrara, y Aldrich Potgieter, un joven sudafricano con la potencia y la juventud de su lado. La presión era palpable; cada golpe, una declaración de intenciones.
Campbell, de 31 años, había cerrado la ronda regular con un 70, igualando a Potgieter (71) gracias a un birdie en el 18. Sin embargo, el camino hacia la victoria no sería fácil. En el primer hoyo de desempate, un par 5, el golpe de salida de Campbell fue, por decirlo suavemente, desafortunado. “Hice un mal tiro de salida, golpeé el árbol”, admitió luego el jugador. Su bola, tras el impacto, rebotó caprichosamente de regreso al campo, una suerte inesperada que le permitió mantener viva la llama de la esperanza.
A pesar del contratiempo, Campbell mostró una maestría impresionante. Desde una posición difícil, ejecutó un golpe de metal de fairway preciso que lo dejó a solo 62 metros de la bandera. Un wedge magistral y la bola reposaba cerca del hoyo, preparándolo para el putt decisivo. Potgieter, por su parte, no tuvo la misma fortuna en el hoyo de desempate. Sus golpes, aunque técnicamente impecables, no lograron la precisión necesaria para superar a su rival.
El segundo hoyo de desempate sería el escenario de la definición. La tensión era máxima. Un corto putt de birdie para Campbell, un momento culminante luego de 186 inicios en el Korn Ferry y el PGA Tour. Un triunfo que no solo significó su primera victoria profesional, sino también la clasificación para el Masters, el Players Championship y el PGA Championship, además de cinco de los eventos insignia de 20 millones de dólares del PGA Tour. Un premio de $1.260.000 coronó la hazaña, un cambio radical a sus anteriores ganancias totales de $1.487.830.
La escena final: Campbell, con un putt corto y preciso, sellaba su victoria. El triunfo, inesperado pero merecido, quedaba grabado en la memoria de todos los presentes, una historia de perseverancia, talento y un poco de buena suerte.