Diana Taurasi se retira: El fin de una era en la WNBA
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René CardenasEn las canchas de la WNBA, una figura ha brillado con luz propia durante dos décadas: Diana Taurasi. Su nombre, sinónimo de excelencia, resonará por siempre en el corazón de los aficionados al baloncesto femenino. La noticia, confirmada por el Mercury de Phoenix y la propia jugadora en una entrevista con la revista Time, ha causado un impacto global.
A sus 42 años, y tras una brillante trayectoria que incluye tres campeonatos de la WNBA con el Mercury (su único equipo), seis medallas de oro olímpicas (la sexta obtenida en París) y el título de máxima anotadora en la historia de la WNBA con 10.646 puntos (casi 3.000 más que la segunda en la lista, Tina Charles), Taurasi ha decidido retirarse. “Mental y físicamente, estoy simplemente plena,” declaró a Time. “Estoy plena y soy feliz.”
Su palmarés es abrumador: MVP de la WNBA en 2009, MVP de las Finales de la WNBA en dos ocasiones (2009 y 2014), diez veces en el primer equipo All-WNBA, 14 veces en el primer o segundo equipo All-WNBA (un récord), 11 veces en el Juego de Estrellas, cuatro veces deportista femenina del año de USA Basketball y novata del año de la WNBA en 2004. A esto se suman innumerables récords del Mercury (16) y de la WNBA, incluyendo marcas en playoffs, triples anotados y partidos con 30 puntos o más.
Más allá de los números, la influencia de Taurasi en el baloncesto femenino es innegable. Llevó a UConn a tres títulos nacionales consecutivos (2001-2004), y su impacto trasciende las estadísticas, inspirando a incontables jugadoras a perseguir sus sueños. Incluso su propietario, Mat Ishbia, la definió como “la mejor en este deporte… una líder y compañera que ha tenido un impacto increíble”.
Sus promedios de 18.8 puntos, 4.2 asistencias y 3.9 rebotes a lo largo de su carrera hablan por sí solos. Incluso en su vigésima y última temporada, lideró al Mercury a los playoffs con promedios de 14.9 puntos, 3.8 rebotes y 3.4 asistencias. Una despedida digna de una leyenda nacida en Glendale, California, de ascendencia argentina.
La historia de Diana Taurasi, más allá de los laureles y los récords, es una inspiración para cualquier joven aspirante a deportista. Una historia que perdurará en el tiempo, mucho después de que se apaguen los reflectores.
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