Blatter y Platini: Absolución definitiva en caso FIFA

La escena: un tribunal federal de apelaciones penales en Suiza. Dos hombres, uno de 89 y otro de 69 años, esperan con gesto impasible el veredicto que definirá otro capítulo de su prolongada batalla legal. Blatter, con pequeños golpecitos nerviosos de sus dedos; Platini, con los brazos cruzados, escuchando atentamente la traducción del veredicto del alemán a su francés natal. El ambiente es denso, cargado de la expectativa contenida de años de litigios.
El fallo, sorpresivo para algunos, confirma la absolución de ambos por segunda vez. Los cargos de fraude, falsificación, mala gestión y malversación de más de dos millones de dólares de fondos de la FIFA en 2011, se desestiman nuevamente. La fiscalía general suiza, que había apelado un primer veredicto favorable de julio de 2022, solicitando penas de 20 meses de prisión condicional, queda con las manos vacías.
El meollo del asunto reside en un pago de 2 millones de francos suizos (aproximadamente 2,21 millones de dólares) que Blatter, entonces presidente de la FIFA, autorizó a Platini, exastro del fútbol francés, en concepto de "salario suplementario y no contratado por su trabajo como asesor presidencial de 1998 a 2002". Ambos siempre han negado cualquier irregularidad, argumentando un acuerdo verbal.
Esta decisión judicial, ocurrida exactamente 9 años y medio después del inicio de la investigación federal suiza que sacudió los cimientos de la FIFA en septiembre de 2015, marca una victoria significativa para Blatter y Platini. Ese día, la policía irrumpió en una reunión del comité ejecutivo de la FIFA, en un momento en que Platini era considerado un firme candidato a suceder a Blatter en la presidencia del organismo rector del fútbol mundial. Un sueño que, a pesar de esta absolución, nunca se materializó.
A pesar de las dos sentencias favorables, la sombra de la corrupción que marcó el liderazgo de Blatter en la FIFA, y que afectó a numerosos altos funcionarios, permanece. Del mismo modo, la carrera de Platini, uno de los jugadores más brillantes y posteriormente un influyente dirigente del fútbol, lleva la marca de esta compleja y polémica historia.
El veredicto judicial cierra un capítulo, pero las consecuencias de este largo proceso legal seguirán resonando en el mundo del fútbol por muchos años.