Abierto de Houston: Clima adverso sorprende a golfistas

Rory McIlroy, reciente ganador del Players Championship, enfrentó las condiciones más adversas durante su juego matutino. “No pude encontrar realmente el centro de la cara del palo en los primeros hoyos”, admitió el golfista norirlandés, quien a pesar de las dificultades logró finalizar con una tarjeta de 70 golpes, gracias a una mejoría en su juego conforme el tiempo mejoró. Dos birdies en los pares 5 y catorce pares compensaron dos bogeys.
Por su parte, Scottie Scheffler, número uno del mundo, mostró su habitual solidez. A pesar de las difíciles condiciones, Scheffler firmó una ronda de 67 golpes, dos por debajo del par, sin cometer ningún bogey. Dos birdies, ambos conseguidos con largos putts en la segunda mitad de la ronda, resaltaron su destacada actuación. “Las condiciones fueron bastante duras hoy, con la lluvia y el viento, así que en general es agradable mantener una tarjeta limpia”, comentó Scheffler tras su ronda.
Pero la sorpresa de la jornada llegó de la mano de varios jugadores que lograron destacarse a pesar del mal tiempo. Keith Mitchell y Ryan Gerard finalizaron la jornada empatados en la cima de la clasificación con 65 golpes, cinco bajo par, junto a Alejandro Tosti y Taylor Pendrith. Mitchell, tras un comienzo inestable con dos bogeys en cuatro hoyos, realizó un eagle en el último hoyo para asegurar su posición en el liderato. Gerard, por su parte, tuvo un final desafortunado tras un error en el hoyo 18 que le costó un bogey.
La competencia se mantuvo reñida hasta el final, con varios jugadores disputándose los primeros lugares. Jackson Suber, por ejemplo, estuvo a punto de unirse al grupo de líderes hasta que un cuádruple bogey en el último hoyo lo relegó a posiciones más retrasadas. Su error, una sucesión de cuatro putts, incluyó un primer intento desde 70 pies, evidenciando las dificultades que presentó el campo a lo largo del día.
Alejandro Tosti, quien también jugó sin bogeys y aprovechó al máximo los tres pares 5 del campo, demostró una gran consistencia. Su rendimiento demuestra la capacidad de adaptación y la solidez de su juego en condiciones desafiantes.
El mal tiempo obligó a suspender la actividad al caer la noche, dejando la competencia abierta para el resto del torneo. La incertidumbre sobre las condiciones climáticas para los próximos días añade una dosis extra de emoción a la competencia.