Adiós a Goodison Park: Everton cierra una era

Este fin de semana, una historia de esas se escribe en sus páginas finales.
Este domingo, el Everton disputará su último partido en Goodison Park, su hogar durante 133 años. Una despedida emotiva tras una larga trayectoria en la Premier League, marcada por triunfos memorables y derrotas que forjaron su carácter. El encuentro contra el Southampton pondrá punto final a una era, según el anuncio oficial del club.
Pero la historia de Goodison trasciende al Everton. Antes de convertirse en el fortín de los Toffees, el estadio albergó al propio Everton, aunque en sus inicios jugó en Anfield, actual casa del Liverpool, entre 1884 y 1892, donde lograron su primer título de liga en 1891 ante hasta 20,000 espectadores. Un conflicto con el propietario del terreno de Anfield llevó a la compra del terreno donde se erigió Goodison Park en 1892.
El estadio, diseñado por el afamado arquitecto escocés Archibald Leitch, es un ejemplo de su estilo único. La tribuna de Goodison Road, construida en 1909, es comparada con la elegancia del transatlántico Mauretania. La tribuna principal de Bullens Road, con sus 99 años de historia y sus inconfundibles cerchas cruzadas, es un testimonio de la arquitectura deportiva de principios del siglo XX. Una característica única es la presencia de la Iglesia de St. Luke, en una esquina del terreno, junto a la sección Gwladys Street, famosa por albergar a la afición más ferviente del Everton.
Goodison Park ha sido testigo de momentos históricos, como la visita de Pelé durante el Mundial de 1966. "Brasil estableció su base en Goodison para sus partidos de la fase de grupos en 1966 y el astro del bicampeón defensor fue objeto del ríspido juego de sus rivales," reza un testimonio. Brasil perdió su único partido en mundiales en Goodison, ante Hungría, un encuentro donde Pelé sufrió lesiones que le impidieron mostrar su máximo nivel.
Más allá de Pelé, el estadio ha presenciado emocionantes encuentros: el épico partido de cuartos de final de la Copa del Mundo de 1966 entre Corea del Norte y Portugal (5-3), la victoria sobre el Bayern Múnich, la remontada contra el Wimbledon en 1994 que les salvó del descenso, y el gol de un joven Wayne Rooney contra el Arsenal en 2002.
A partir de la próxima temporada, el Everton jugará en el Bramley-Moore Dock, un estadio con capacidad para 53,000 espectadores, sede de partidos de la Eurocopa masculina en 2028. Sorprendentemente, Goodison no será demolido; será el nuevo hogar del equipo femenino del Everton.
La mudanza deja una reflexión: ¿cuántos estadios con la historia y el encanto de Goodison quedan en el futbol inglés? Su legado, sin embargo, perdurará en la memoria de sus aficionados y en la historia del deporte.