Rojos vencen 7-4 a Reales; Martínez domina

En el duelo entre Rojos de Cincinnati y Reales de Kansas City, la figura de Nick Martínez (3-5) brilló con luz propia. Su sólida actuación en la lomita, donde permitió solo tres carreras en siete entradas, fue fundamental para la victoria de su equipo. Aunque Salvador Pérez, con un jonrón de dos carreras en la séptima entrada, rompió la racha de 42 entradas y dos tercios sin permitir cuadrangular a Martínez, la sólida defensa y el oportuno bateo de Cincinnati aseguraron el triunfo.
Hablando de bateo oportuno, Tyler Stephenson se vistió de héroe con un cuadrangular de dos carreras en la quinta entrada, su segundo de la temporada, ampliando la ventaja de los Rojos a 6-0. “Fue un lanzamiento perfecto para atacar”, comentó Stephenson tras el partido, según fuentes cercanas al equipo. Stephenson, quien terminó con tres de los 14 imparables de Cincinnati, demostró su valía en momentos cruciales del juego. La ofensiva de los Rojos fue un espectáculo, con Santiago Espinal (2-2, una carrera impulsada) y Elly de la Cruz (4-1, una anotada) contribuyendo al marcador.
Por el lado de los Reales, la ofensiva tuvo momentos de brillo, pero no fue suficiente para superar el sólido pitcheo de Cincinnati. Michael Lorenzen (3-6), quien cargó con la derrota, permitió seis carreras y 11 hits en cinco entradas. Maikel García extendió su racha de hits a 11 juegos, demostrando su consistencia en el plato. En cuanto a Salvador Pérez, su jonrón de dos carreras en la séptima, aunque no suficiente para revertir la situación, representó un rayo de esperanza para los Reales. Nick Loftin, con un elevado de sacrificio, también contribuyó a la remontada parcial.
Un dato interesante: Los Rojos siguen dominando en la primera entrada, liderando las mayores con 46 carreras anotadas en este inning, superando a sus oponentes por un amplio margen de 46-21. Un dato a considerar para futuras estrategias de juego.
El encuentro finalizó con un marcador de 7-4 a favor de los Rojos, dejando a los Reales con un sabor amargo y a los Rojos con la satisfacción de una victoria contundente.