McIlroy: De Oakmont a Portrush, la búsqueda de la cima

La semana ha sido intensa, llena de altibajos, de momentos de brillantez y otros de incertidumbre.
Rory McIlroy, el golfista norirlandés, ha finalizado su participación en el US Open en Oakmont. Su desempeño, aunque no coronado con la victoria, ha dejado entrever destellos de su potencial. Concluyó en el puesto 19, lejos del podio, pero con una nota positiva: un sólido 67 (-3) en la ronda final, el mejor del día compartido con Jon Rahm. “Fue agradable terminar esta semana con una nota un poco positiva con la forma en que jugué hoy”, comentó McIlroy.
Los días previos no habían sido fáciles para McIlroy. Su silencio ante los medios tras las dos primeras rondas generó especulación, pero el domingo, su juego fue el protagonista. Seis birdies, cuatro de ellos en los últimos nueve hoyos, demostraron una recuperación notable. Sin embargo, la búsqueda de su mejor versión sigue siendo el desafío principal. “Físicamente siento que mi juego está ahí. Es solo mentalmente ponerme en el estado mental correcto para sacar lo mejor de mí mismo”, confesó.
El triunfo en el Masters, un momento cumbre en su carrera, parece haberle marcado. “Mira, escalé mi Everest en abril, y creo que después de hacer algo así, tienes que bajar y buscar otra montaña para escalar. Un Abierto en Portrush es ciertamente una de esas”, reflexionó sobre el reto que implica mantener el nivel competitivo tras semejante logro.
Más allá de la presión por el Grand Slam, McIlroy ha enfrentado problemas técnicos. Problemas con su driver, considerado no conforme antes del Campeonato de la PGA, han sido un foco de atención. En Oakmont, sin embargo, pareció superarlos. “Siento que he conducido la bola bien toda la semana. Realmente animado con el driver y cómo lo manejé también. No es necesariamente el driver, es más yo y cómo estaba mi swing”, explicó, mostrando optimismo.
Ahora, el enfoque está en el futuro. El Travelers Championship en Connecticut es la próxima parada, seguido del Abierto de Escocia. El evento principal, sin embargo, es el Abierto Británico en Royal Portrush, en su Irlanda del Norte natal. “Si no puedo motivarme para levantarme para un Open Championship en casa, entonces no sé qué puede motivarme”, afirmó McIlroy, dejando claro que la cita en casa es un incentivo irrechazable.
La preparación continúa. El golfista trabaja en su juego mental y físico, listo para enfrentarse a los desafíos que se avecinan, con la esperanza de llegar al Abierto Británico en óptimas condiciones.