México
Desde que Ximena Navarrete triunfó, la inscripción de mexicanas se duplicó.
Antes, ser la más bella del universo era “un sueño” para las mexicanas, pero desde que Ximena Navarrete se ciñó la corona, la esperanza se volvió “posibilidad”.
“Es un motivador tener una Miss Universo; Ximena vino a coronar un esfuerzo de muchos años de trabajo, pero además dio nueva vida a las esperanzas de las jóvenes que aspiran a ello”, comentó Lupita Jones, directora de Nuestra Belleza México.
A diferencia del año 1991, cuando la bajacaliforniana ganó el certamen, hoy el concurso ha cambiado y se vale de recursos antes no utilizados como cirugías estéticas; sin embargo, el cambio de mentalidad es el factor principal que ha llevado a la representante del país a estar entre las finalistas.
“Las chicas lo ven como una meta difícil (ganar), pero lo que hemos logrado es indicativo de que es posible. Esto es una competencia y saben que hay que prepararse”, señala Jones.
La solicitud de aspirantes era discreta hasta 2009, año en que la victoria de Ximena se dio y cambió el panorama, aumentando en un 50% en los últimos dos años.
“De unas mil o 2 mil solicitudes llegamos a las 3 mil, pero en este año casi sumamos 4 mil”, dijo.
Todas ellas tienen a la tapatía como aspiración e inspiración, y la ex Miss Universo tiene un consejo para todas: “Creersela y relajarse”.
“Cuando te inscribes piensas que tienes que ser perfecta para ganar, pero no es así. Estos concursos buscan una mujer que sea natural, que tenga los pies en la tierra, que sea alcanzable”, destaca la tapatía.
Del año 2000 a la fecha México ha metido a cinco representantes a las 10 finalistas de Miss Universo. Este sábado, 35 féminas buscarán su sueño y continuar la racha.