México, DF
Lilian Clark afirma que su hijo no tuvo muerte cerebral y que durante cuatro años le agarraba fuerte la mano todos los días.
Lilian Clark, madre del rockero argentino Gustavo Cerati, fallecido hace unas semanas, afirmó hoy que se encuentra en “paz, quisiera a veces estar más tiempo sola para llorar” y justificó la etapa que el músico pasó internado tras sufrir un ACV al señalar que “lo tuve tan conmigo cuatro años, me agarraba fuerte la mano todos los días”.
“Fue un proceso largo, pero estuve cuatro años a su lado, sé que me escuchó, me sintió y yo a él”, enumeró.
Gustavo Cerati fue el líder de Soda Stereo, una de las bandas locales más trascendentes y uno de los artistas más importantes del rock argentino, que falleció el 4 de septiembre pasado, luego de permanecer cuatro años en coma, a causa de un accidente cerebrovascular sufrido en Venezuela.
En diálogo con Vorterix FM, Clark dijo que tras la muerte de su hijo, “me parece que estoy en un desierto, no me parece verdad que haya ocurrido”, y añadió que si bien “sabía lo grave que era su enfermedad, igual siempre apostaba por tantas cositas que nos hacía, porque yo soy la cara más conocida, pero también estaban mis hijas, sus hijos y nos agarraba la mano, nos apretaba, por más que él no veía y estaba conectado, pero nosotros sabíamos que estaba”.
“Gustavo no tuvo muerte cerebral, nos escuchaba, de manera que tenía una luz de esperanza, decía por qué no, somos miles de personas en este mundo y cada uno tenemos una impresión digital diferente y me repetía por qué no, cada uno puede reaccionar diferente a distintos estímulos”, agregó.
“Quizás sólo era mi deseo de madre, pero fueron cuatro años que estuvimos juntos, le dimos todo lo que la ciencia no da, que es el amor, y así pudo estar todo ese tiempo en muy buenas condiciones físicas, pero se ve que era su camino o lo que él lo decidió”, manifestó.
Clark reconoció que en caso de despertar: “no creo que a Gustavo le hubiera gustado volver si no estaba en perfectas condiciones físicas y no se sabía qué podía pasar si despertaba. Él estaba bien, nunca tuvo un dolor, estaba entero, de buen color. Entonces es como que nos fue preparando. A veces pienso que mi hijo tenía una inteligencia superior. Nos fue acostumbrando lentamente, hubiese sido terrible que Gustavo hubiese muerto de golpe”.
Sobre su estado de ánimo, el de sus hijas y el de sus nietos Benito y Lisa, Clark fue contundente: “Tenemos mucha paz, hemos cumplido con el corazón, la fama es puro cuento”, aunque aclaró que “por ahora no puedo escuchar su música”.