Lyle Menéndez sigue en prisión tras la negativa de libertad condicional

El pasado viernes, la Junta de Libertad Condicional de California rechazó la solicitud de Lyle Menéndez para obtener su libertad condicional, lo que prolonga su tiempo en prisión tras más de 30 años desde el asesinato de sus padres en 1989. Esta decisión llegó un día después de que se tomara una medida similar con su hermano menor, Erik Menéndez. Ambos fueron condenados por la muerte de sus progenitores, José y Kitty Menéndez, quienes fueron asesinados a tiros con una escopeta en su hogar de Beverly Hills, en un caso que sigue siendo uno de los más mediáticos en la historia judicial de Estados Unidos.
Durante la audiencia, los miembros de la junta interrogaron a Lyle sobre diversos aspectos de su comportamiento en prisión, entre ellos su implicación en violaciones de las normas carcelarias, como el uso de teléfonos celulares de contrabando. Asimismo, se abordó su actitud durante los juicios de 1993, en los que los hermanos alegaron haber sido víctimas de abuso sexual y físico por parte de sus padres, lo que los llevó a cometer el crimen. Menéndez expresó remordimiento por su comportamiento posterior al asesinato, reconociendo la mentira que mantuvo durante años sobre su implicación y revelando su sentimiento de "vergüenza" por las acciones que emprendió en ese tiempo.
La junta también cuestionó la posible motivación económica detrás del crimen, ya que los hermanos adquirieron grandes sumas de dinero poco después de la muerte de sus padres. Sin embargo, Lyle defendió que la herencia no fue el principal impulsor de los asesinatos, sino más bien un "problema posterior" a la muerte de sus padres. Pese a las evidencias de su cooperación con las autoridades y los programas educativos que ha encabezado en prisión, los miembros de la junta señalaron que su falta de credibilidad y su historial de manipulación seguían representando un riesgo para la sociedad.
La negativa a su libertad condicional ha desatado una fuerte reacción entre los familiares de los hermanos Menéndez, quienes han defendido su rehabilitación a lo largo de los años. A pesar de las controversias que rodean tanto su conducta en prisión como los detalles del crimen, muchos consideran que los hermanos han cambiado y ahora desempeñan roles constructivos en el sistema penitenciario. Sin embargo, la Junta de Libertad Condicional, en consonancia con decisiones anteriores sobre crímenes violentos, reiteró su postura de que aún representan un riesgo para la comunidad.