Gala Montes: rompe el silencio sobre su trastorno psicológico

Gala, quien se sumergió en el mundo del espectáculo desde temprana edad, ha admitido que la presión por mantener una imagen impecable la llevó a desarrollar una obsesión con su figura.

Pesaba muchísimos menos de lo que peso ahora y ahí me traumaron, me traumaron muy duro y empecé a tener problemas con la comida, con el ejercicio, actitudes compensatorias. — Gala Montes

Esta obsesión se transformó en una relación poco saludable con la comida, un camino que la condujo a la dismorfia corporal. Gala reconoce que no está sola en esta batalla, ya que otros habitantes de La Casa de los Famosos México, como Briggitte, Agustín y Karime, también muestran signos de obsesión con su físico.

A pesar de su lucha, Gala ha encontrado la fuerza para enfrentar sus demonios. La actriz ha destacado la importancia de la terapia como herramienta fundamental para mejorar su relación con su cuerpo y la comida.

Para mí la comida es combustible, es gasolina. Todo lo que comí ayer y antier, me da la energía para hacer ejercicio hoy y si hoy no puedo hacer ejercicio o mañana, porque a veces la vida no nos da, trabajamos mucho, etc., no pasa nada gente, siempre se puede volver a empezar. El chiste es no lastimarse a uno mismo por querer complacer a los demás, por querer alcanzar estándares de belleza que cada vez son más imposibles. —  Gala Montes

Gala ha encontrado una nueva perspectiva, entendiendo que la belleza no reside en la perfección, sino en la aceptación y el amor propio. Su historia nos recuerda que la lucha contra la dismorfia corporal y los trastornos alimenticios es real y que buscar ayuda profesional es un acto de valentía y autocuidado.