¡Acompáñame en un viaje a través de los secretos que solo los fanáticos más acérrimos podrán descifrar!
¿Recuerdas la canción 'Day-O' de Harry Belafonte, que acompañaba a la famosísima 'Mano de Dios'? Bueno, reaparece en 'Beetlejuice Beetlejuice', pero en una versión gospel ralentizada que resuena en el funeral de 'Charles'. Este es solo uno de los muchos easter eggs que te harán sentir nostalgia por la película de 1988.
Hablando de música, la boda de 'Lydia', una escena clave en la secuela, está acompañada por la icónica 'Macarthur Park' de Richard Harris, interpretada por Beetlejuice y las mujeres 'Deetz'. ¿Qué mejor manera de recordar el espíritu extravagante y alocado de la película original?
Y hablando de la 'familia Deetz', 'Delia', ahora directora de una galería de arte en Manhattan, conserva su estilo único. Su arte, inspirado en el mundo de los fantasmas, está presente en la escuela secundaria de 'Astrid', donde podemos apreciar las esculturas excéntricas de 'Delia' en el 'Deetz Art Center'.
Por otro lado, la ahora adulta 'Lydia Deetz' dirige un programa de investigación paranormal llamado "Ghost House", un guiño al título original que Warner Bros. consideró para el filme de 1988. Este detalle sutil, pero significativo, conecta a la perfección el legado del "Fantasma Amable" con su continuación.
Pero no todo es nostalgia en 'Beetlejuice Beetlejuice'. La muerte de 'Charles' en la secuela está representada a través de una animación en stop-motion, el estilo característico de Tim Burton. Esta técnica innovadora le permite al director presentar la historia de 'Charles' desde una perspectiva completamente nueva.
'Beetlejuice Beetlejuice' es un viaje alucinante a través del mundo de los fantasmas, lleno de detalles escondidos que los fanáticos podrán descifrar. Desde la música hasta la puesta en escena, la secuela es una oda a la película original, pero también un viaje a nuevos y sorprendentes territorios.