Acostumbrada a mostrar su afecto de forma física, a través de gestos como tomar la mano, tocar el hombro o abrazar a sus invitados, Barrymore ha recibido tanto elogios como críticas.
Mientras algunos admiran su naturalidad y genuino afecto, otros la consideran "demasiado toquetona", cuestionando si sus acciones cruzan la línea de lo apropiado. La propia Barrymore ha reconocido la controversia, admitiendo que "un montón de personas" le han hecho saber sus inquietudes. En la premiere de la quinta temporada de su programa, la actriz mencionó: "Estoy intentando mejorar mi modo de acercarme físicamente a los invitados. Prometo intentar distanciarme, aunque admito que no es mi fuerte."
La reflexión de Barrymore abre un espacio para analizar los límites del contacto físico en los programas de entrevistas, un tema que se vuelve complejo al considerar la perspectiva de cada persona. ¿Hasta dónde es aceptable el contacto físico en un contexto profesional? ¿Cómo se define el espacio personal en un ambiente televisivo?
Aunque la actriz parece dispuesta a ajustar su comportamiento, la pregunta que persiste es si realmente podrá cambiar su estilo natural. "No sé si podré dejar el hábito", comentó, dejando claro que la transición no será fácil. La polémica, sin duda, pone sobre la mesa un tema que merece ser discutido, invitándonos a reflexionar sobre la importancia de la sensibilidad y el respeto en nuestras interacciones cotidianas, incluso en el ámbito público.