En su libro biográfico "Entre el infierno y el éxito", Yañez relata cómo su aceptación del papel en la película provocó una profunda tensión con su suegro. "En este libro, hablo de un desencuentro, porque todo mundo habló de 'Los Camil no lo quieren'. Yo hablo de ese desencuentro que tuve con Jaime Camil Garza, mi suegro, porque yo tomé la decisión de hacer la película 'La dictadura perfecta', cuando salí de presidente, y él consideró que era una falta de respeto y que estaban haciendo esa película para separarlo o pelearlo con el presidente Enrique Peña Nieto", explica Yañez.
La decisión de Yañez de participar en "La Dictadura Perfecta" se basó en una perspectiva personal, desvinculada de la política. "Yo le dije que no tenía nada qué ver y que la decisión la iba a tomar yo. Y él lo sintió como una ofensa. Si él a mí me hubiera dado apoyo económico o político, por supuesto que si me dice 'No la haces', pues no la hago o me alineo. Tan es así que yo tomé la decisión. Le dije: 'Perdón, Jaime, pero las decisiones en mi carrera las tomo yo'",
Esta situación no solo afectó la relación entre Yañez y su suegro, sino que también extendió la tensión a su relación con su esposa, Issabela Camil. Issabela, tras una llamada de su padre en la que le pedía que convenciera a Yañez de abandonar el proyecto, le pidió a su esposo que reconsiderara su participación. "Y eso casi ocasiona que mi mujer y yo nos separáramos. Mi mujer me habló llorando, me dijo: 'Me acaba de hablar mi papá. Por favor, no te confrontes con él. Si te dice que no la hagas, no la haces'. Le dije: 'Perdóname, mi amor, mi carrera y todo lo que hay en la casa es a base de mi trabajo'. Le dije: 'Y yo pedí la opinión de tu papá como amigo, pero la decisión la tomo yo y he tomado la decisión de que hago la película'", concluye Yañez.
A pesar de la tensión familiar, Yañez decidió seguir adelante con su participación en la película, defendiendo su derecho a tomar decisiones profesionales de forma independiente.