En 1993, Reid, entonces cabeza de LaFace Records, firmó a un joven Usher de 14 años, reconociendo su potencial. Sin embargo, Reid buscaba un sonido más "atrevido" para el joven cantante y acudió a su amigo P. Diddy para que le enseñara "su estilo".
En su libro "Sing To Me: My Story Of Making Music, Finding Magic And Searching For Who's Next", Reid cuenta cómo envió a Usher a Nueva York a un "campo de entrenamiento de sabor" con Diddy. Reid admite que tenía dudas sobre dejar a un chico de 15 años bajo la tutela del "tipo de fiesta más salvaje del país", pero la ambición artística superó sus miedos.
Usher, por su parte, ha reconocido que durante su estancia con Diddy se vio expuesto a "cosas bastante salvajes" que no entendía del todo. Con el tiempo, la relación entre Usher y Diddy ha sido revisada a la luz de las recientes acusaciones de tráfico sexual y chantaje que enfrenta el rapero.
Reid, quien también está involucrado en un caso de agresión y acoso sexual que niega, ha destacado cómo la influencia de Diddy le dio a Usher un sonido más "hip-hop-infusado" con "un toque de chico malo". Reid vio el resultado de su experimento en Usher como un éxito.
La historia da un giro inesperado cuando Usher, en un acto de reciprocidad, presentó a Reid a Justin Bieber, quien por aquel entonces tenía 14 años.
Reid describe a Bieber como "un niño adorable" con "una belleza como la de las mujeres y que rara vez se ve en los hombres" y "un carisma natural". Bieber se convirtió en una estrella del pop gracias a su talento y a la ayuda de Reid, quien lo firmó con Island Records.
La relación entre Bieber y Diddy también tuvo un papel importante en la carrera del cantante. A pesar de la polémica que rodea a Diddy, es innegable que su influencia marcó a ambos artistas. La historia nos deja con la pregunta sobre si la ambición artística puede justificar la exposición de menores a un entorno tan complejo y lleno de peligros.