La energía era palpable, la expectación en el aire. En el centro, un rostro conocido por millones: Jack Black, el carismático actor, se alistaba para una tarea especial.
Jack, con su energía contagiosa y su pasión por la música, tenía la misión de inducir a una leyenda, un ícono del rock: Ozzy Osbourne.
"Plumber, car horn tuner, slaughterhouse worker, the greatest frontman in the history of rock and roll. Ozzy Osbourne."
La introducción de Black no podía ser más precisa, y con un relato que combinó la irreverencia con la nostalgia, revivió la historia de un ídolo que marcó a generaciones.
"Recuerdo la primera vez que escuché de Ozzy", narró Jack, evocando la imagen de un adolescente indeciso en una tienda de discos. "¿Sticks? ¿Journey?", se preguntaba, hasta que un “rock aficionado” lo guió hacia "Blizzard of Ozz". "Fue un cambio radical", confesó, "la pasión, la oscuridad, la maldad de la música".
Black, con su característico humor, narró cómo "Blizzard of Ozz" lo cautivó desde la portada, con Ozzy en su traje rojo y blanco, una mirada penetrante y un aura de rebeldía. "No sabía lo que era el metal, pero él me lo enseñó".
La música de Ozzy, según Black, "abrió las puertas del cielo". "Crazy Train", "Suicide Solution", "Mr. Crowley", "Revelation", "Goodbye to Romance", cada canción fue un viaje sensorial para el joven Jack.
“Ozzy podía ser pesado, pero también suave. Era un maestro". Y la historia siguió, con la exploración de Black Sabbath, la explosión de energía de Randy Rhodes, el poder vocal de Ozzy, la “unholy shit” que significó "Black Sabbath", y la inmensa influencia de Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.
El “Jack Nicholson” del rock, como lo definió Black, creó un género, tuvo un regreso triunfal con "No More Tears", se aventuró en el pop con "Mama, I'm Coming Home", y junto a su familia, revolucionó la televisión con "The Osbournes".
"Ozzy, deja de crear éxitos, es demasiado éxito para una sola vida", dijo Black en tono jocoso, reconociendo el legado imborrable del "Príncipe de las Tinieblas".
Y con una sonrisa pícara, Black remató su discurso con un mensaje a los jóvenes: “Tienen la oportunidad de escuchar a Ozzy, de dejarse llevar por su música, y de descubrir un mundo de rock que los dejará impresionados”.