En una reciente entrevista, Sacha compartió cómo su nueva espiritualidad ha sido fundamental para superar los momentos oscuros que siguieron a su separación.
“Encontré mi nueva religión después del experimento. Ahora soy cristiana”, reveló Sacha a la revista OK!. A pesar de haber sido siempre abstinente, la ex participante del reality show ha decidido que no tendrá relaciones sexuales hasta el matrimonio, una decisión que refleja su renovada perspectiva de vida. Además, destacó el apoyo que ha recibido de sus compañeras del programa, especialmente de Holly Ditchfield, con quien ha compartido sus secretos más profundos.
La joven no descarta la posibilidad de volver a salir con alguien, pero ha establecido criterios muy claros: “Necesitan ser cristianos”, admitió, reconociendo que esto podría limitar sus opciones. Sin embargo, Sacha se mantiene abierta a la idea de participar en otro programa de citas, siempre que esté alineado con sus creencias religiosas. Actualmente, su enfoque principal es fortalecer su fe y compartir su experiencia a través de las redes sociales.
Su camino hacia la fe cristiana es notable, considerando que anteriormente practicaba el Wiccanismo. En un podcast, Sacha explicó cómo su conversión se produjo tras una experiencia aterradora que la llevó a invocar a Jesús en un momento de crisis. “Estaba en una situación amenazante y, en un instante, todo se detuvo de manera milagrosa”, recordó, lo que la motivó a buscar una comunidad religiosa.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Sacha se siente agradecida por el apoyo que ha encontrado en su nueva vida. Sin embargo, no puede evitar reflexionar sobre su relación con Ross, de la cual no guarda ningún recuerdo feliz. La ruptura fue abrupta, marcada por un mensaje de texto que puso fin a su matrimonio. “Él terminó las cosas con un mensaje frío”, compartió, añadiendo que la situación se volvió insostenible debido a comportamientos abusivos y falta de apoyo financiero por parte de Ross.
La joven también reveló que, tras la separación, decidió vender su vestido de novia, un símbolo de su relación que ya no representa su futuro. “Lo vendí en Vinted, estaba en muy buenas condiciones”, comentó, refiriéndose a la prenda que había utilizado tanto en su boda como en un certamen de belleza. Con este nuevo capítulo en su vida, Sacha se enfoca en reconstruir su identidad y encontrar la paz que tanto anhela.