Comunidades de fans analizan cada detalle, tejen teorías, y viven la película con una intensidad pocas veces vista.
En medio de este fervor, Winnie Holzman y Jon M. Chu, guionistas y director de la cinta respectivamente, han dado declaraciones que avivan el debate. Mientras la euforia por la adaptación cinematográfica de la obra maestra de Broadway alcanza niveles estratosféricos, rompiendo récords de recaudación con 114 millones de dólares en Estados Unidos, destronando a Grease y convirtiéndose en la adaptación musical de Broadway con mayor recaudación de todos los tiempos, la perspectiva sobre la relación entre Glinda y Elphaba sigue siendo un tema candente.
Holzman, involucrada en el proyecto desde sus inicios, compartió su perspectiva en una entrevista con The Hollywood Reporter: "El amor es tan palpable desde mi punto de vista. Estamos recibiendo respuestas de personas muy sinceras y genuinas, y es por eso que hacemos esto". Esta declaración, cargada de emoción, refleja la profunda conexión que la película ha generado con la audiencia.
Por otro lado, la perspectiva de Gregory Maguire, autor del libro que inspiró el musical, añade otra capa a la discusión. Maguire ha insinuado, en entrevistas con Them, que el subtexto romántico entre las dos brujas principales fue intencional: "Glinda podría estar un poco en el armario. Nunca se sabe. Dale un poco más de tiempo".
Sin embargo, Holzman aclara su posición: "Para mí, no es así. Pero eso no quiere decir que no me sienta agradecida si la comunidad queer se siente queer en la película". Esta declaración, lejos de ser una negación, reconoce la validez de las interpretaciones del público, dejando espacio a la diversidad de lecturas.
La película, que incluso generó la visita de Ariana Grande a México para su premier, continúa generando conversación. La interpretación de la amistad profunda entre Glinda y Elphaba, descrita por Holzman como "un tipo de amistad que cambia a alguien, perdón por el juego de palabras, para siempre", abre la puerta a múltiples interpretaciones, enriqueciendo aún más la experiencia para los espectadores.
El éxito de Wicked, más allá de las cifras, radica en su capacidad de conectar con el público en un nivel emocional profundo, generando un diálogo constante y diverso alrededor de sus temas y personajes.