Lil Wayne, el ícono del rap de Nueva Orleans, ha sido el centro de atención tras no ser seleccionado para el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl del próximo año en su propia ciudad. La elección recayó en Kendrick Lamar, un hecho que, como confesó el propio Wayne, le causó una profunda decepción.
“Me dolió mucho. Duele mucho saber que no estaré en ese escenario en mi ciudad”, declaró Wayne en una publicación de Instagram meses atrás, dejando al descubierto su vulnerabilidad ante la situación. Sus declaraciones generaron una ola de apoyo de sus fans, quienes expresaron su incredulidad ante la decisión de los organizadores.
Sin embargo, la historia no termina ahí. En una reciente entrevista con Skip Bayless, Lil Wayne reveló que ha hablado con Kendrick Lamar y que le desea lo mejor. “Le he dicho que tiene que arrasar con la presentación”, afirmó Wayne, dejando entrever una madurez y deportividad admirables.
La conversación entre ambos raperos parece haber aclarado cualquier malentendido. Wayne incluso comentó sobre una línea de la canción "wacced out murals" de Lamar, donde aparentemente se menciona a Wayne y su decepción: “Creo que él [Lamar] es fan, al igual que yo soy fan de su música… vio lo mucho que esto significaba para mí. Creo que eso es lo que quiso decir”. Añadió que Lamar no necesita explicarle la letra.
Wayne, con más de tres décadas en la industria, reflexionó sobre la situación: “La persona que soy, mira esto y piensa: ‘no estás ahí, tienes que llegar’”. Sus palabras transmiten una filosofía de superación y una determinación inquebrantable por seguir escalando en su carrera.
La situación, sin duda, ha generado un debate sobre la selección de artistas para eventos de este calibre. ¿Criterios artísticos? ¿Aspectos comerciales? Las especulaciones sobre las razones detrás de la decisión siguen abiertas. El tiempo dirá cómo se desarrollará la carrera de ambos artistas, pero por ahora, parece que la tensión entre ellos se ha disipado.
Cabe destacar que Lil Wayne confirmó que estará fuera del país el 9 de febrero, día del Super Bowl, descartando así cualquier posibilidad de una aparición sorpresa junto a Kendrick Lamar.