Esta semana, Josh Allen, el quarterback de los Buffalo Bills, ha revelado un aspecto crucial de su excepcional temporada: el impacto de su prometida, Hailee Steinfeld. Aunque la pareja anunció su compromiso el 29 de noviembre, la influencia de la actriz y cantante en el desempeño de Allen se ha hecho evidente.
“Ella ha sido una parte enorme”, afirmó Allen el miércoles 18 de diciembre. “El ánimo, el apoyo… Cuando llego a casa, ella es mi mayor fanática, mi mayor apoyo. Simplemente es la mejor”. Sus palabras reflejan una dinámica que trasciende la simple relación romántica, convirtiéndose en un pilar fundamental en su vida.
La opinión no se limita al quarterback. Dion Dawkins, tackle izquierdo de los Bills, ha observado de cerca la influencia de Steinfeld: “Cuando estás en este mundo, con tanta gente tirando de ti, con tantas subidas y bajadas, tener a esa persona estable en la que puedes confiar, a la que puedes abrazar y con la que reírte sin importar qué, creo que eso es increíble”.
Desde el anuncio de su compromiso, Allen ha sumado 14 touchdowns, empatando con Lamar Jackson (Ravens) y Joe Burrow (Bengals) con un total de 37 TDs en la temporada. Este impresionante dato, unido a las declaraciones de Allen y sus compañeros, pone de manifiesto la importancia del apoyo emocional en el alto rendimiento deportivo.
La discreción inicial de la pareja ha dado paso a una mayor apertura por parte de Allen. La semana pasada, celebró el cumpleaños 28 de Steinfeld con una tierna publicación en Instagram Stories: "Te amo. Brindemos por la eternidad", escribió junto a una foto de su prometida.
Su relación, confirmada en mayo de 2023, ha sido públicamente visible desde octubre del mismo año, con apariciones juntos en eventos deportivos y encuentros con la familia de Allen. La historia de Josh y Hailee, más allá del brillo del estrellato, es un ejemplo de la fuerza del apoyo incondicional en el camino hacia el éxito.