El cantante Max George, integrante de la banda The Wanted, de 36 años, ha estado en el centro de la atención pública debido a un problema de salud que lo ha mantenido hospitalizado durante varias semanas. La situación, lejos de ser sencilla, se ha complicado con sucesivos análisis y procedimientos.
Inicialmente, Max informó sobre su ingreso al hospital por una condición cardíaca no diagnosticada. “Estoy pasando la Navidad en el hospital,” mencionó en un video, dejando a sus seguidores con la incertidumbre de su estado. Posteriormente, se reveló que la situación era más grave, requiriendo una cirugía cardiaca de emergencia. Los detalles salieron a la luz a través de videos compartidos desde su cama de hospital, ofreciendo una ventana a su experiencia.
En uno de esos videos, Max confesó: “Es hora de ir a casa. Los números son mucho mejores. Me siento agotado, dormí mucho hoy.” Sin embargo, la alegría de su alta no eclipsó la necesidad de más estudios. “Unas cuantas pruebas más que hacer en las próximas dos semanas, algo que tiene que ver con mis pulmones, pero eso es lo menos de mis preocupaciones ahora mismo. Todo bien, un poco golpeado y magullado y agotado, pero…”, agregó con un pulgar hacia arriba.
Las pruebas revelaron un problema en la parte inferior de su corazón, un bloqueo que requería la colocación de un marcapasos. “Al 100% voy a tener un pequeño amigo aquí dentro en algún momento,” explicó señalando su pecho. “Tengo un problema en la parte inferior de mi corazón, se llama bloqueo. Lo complicado es lo que me pondrán, porque hasta que no me hagan más pruebas no sabemos qué lo causó.”
A pesar de la incertidumbre, Max se mostró positivo y agradecido por el apoyo recibido. Mencionó que se descartaron algunos factores, como el alcoholismo – del cual se recuperó hace años–, dejando la causa exacta como un misterio. “Es un poco misterioso, realmente, pero esa es la parte difícil. Es la espera. Mi ritmo cardíaco es muy, muy bajo. Lo están monitoreando 24/7, todos han sido increíbles. Pero la espera es dura.”
Su recuperación, aunque positiva, no está exenta de complicaciones. Max describió un día difícil donde su ritmo cardíaco bajó, generando un momento de preocupación. “He tenido un día difícil hoy. Mi ritmo cardíaco bajó esta mañana, lo cual fue un poco aterrador. Pero todos aquí son increíbles y lograron subirlo un poco y estabilizarlo de nuevo, lo cual es genial.” Su historia continúa, esperando los resultados de las pruebas para determinar los siguientes pasos.