Park Sung Hoon, un nombre que resonará para muchos, es el actor detrás de 'Hyun-ju', el controvertido personaje transgénero que se une a la arena mortal en esta nueva entrega. Este no es un debut cualquiera para Sung Hoon; su trayectoria en la industria es sólida y variada.
Nacido el 18 de febrero de 1985 en Corea del Sur, Park Sung Hoon comenzó su formación en el Dong-ah Institute of Media and Arts. Su carrera se ha forjado en una variedad de producciones, desde dramas como "Three Days" (2014) y "Six Flying Dragons" (2015) hasta la serie "Justice" (2019), demostrando su versatilidad. Además de su trabajo en televisión, ha participado en películas como "High Society" (2018) y en dramas especiales, como "Review Notebook of My Embarrassing Day". Su agencia, BH Entertainment, ha sido clave en su ascenso.
Desde marzo de 2017, mantiene una relación con la actriz surcoreana Ryu Hyun-kyung, un dato que equilibra su vida profesional con la personal.
Hyun-ju, el jugador número 120, es un personaje con una historia compleja: un ex miembro de las Fuerzas Especiales despedido tras declararse homosexual, ahora lucha por financiar su cirugía de reafirmación de género con la esperanza de comenzar una nueva vida en Tailandia.
La inclusión de este personaje ha generado un intenso debate. La decisión de elegir a un actor cisgénero para el papel, en lugar de un actor transgénero, ha sido explicada por el director Hwang Dong-hyuk. Según él, la falta de actores transgénero abiertamente identificados en la industria surcoreana, donde la comunidad LGBTQ+ enfrenta importantes desafíos, fue el factor determinante.
Hwang Dong-hyuk reconoció la importancia del debate sobre la representación auténtica, pero recalcó la dificultad de encontrar un actor transgénero adecuado para el papel dentro del contexto social de Corea del Sur. La decisión, a pesar de la controversia, se tomó con base en el talento y la capacidad de Park Sung Hoon para interpretar con sensibilidad y profundidad la complejidad de Hyun-ju.
La representación trans en la televisión coreana sigue siendo un terreno complejo, con avances lentos pero constantes en un ambiente cultural todavía marcado por importantes retos.