La reciente partida de la icónica cantante Dulce, el 25 de diciembre, a la edad de 69 años por metástasis pulmonar, ha generado una ola de reacciones. Pero más allá del dolor por la pérdida de una gran artista, emerge una historia familiar compleja, teñida de discrepancias y opiniones encontradas sobre la forma en que se llevaron a cabo sus funerales.
Romina Mircoli, hija única de la cantante y el productor musical Luis Mircoli, ha sido el centro de las críticas. Según declaraciones de la actriz mexicana Ofelia Cano, una amiga cercana a Dulce, el funeral no se ajustó a los deseos de la artista. “Actuó de una manera egoísta”, afirmó Cano en una entrevista con Javier Ceriani, refiriéndose a la decisión de Romina de optar por la cremación y una despedida privada, evitando la exposición mediática que, según Cano, Dulce hubiese deseado.
Cano detalla que Dulce tenía “guardado un vestido” para su funeral, y que la cantante deseaba un adiós público, con una procesión por la Ciudad de México. “Nos hubiera encantado que recorriera toda la Ciudad de México el cuerpo de mi comadre, haberse despedido como ella quería”, lamentó. La amiga de Dulce incluso señala un detalle que profundiza la controversia: “Ni siquiera la maquillaron. No se cumplió su voluntad”.
El contraste entre la visión de Ofelia Cano y la decisión de Romina resalta la complejidad de la situación. Cano asegura que la hermana de Dulce, Isabel, y su sobrina, Lizbeth, también están desconsoladas y deseaban que la cantante fuera enterrada junto a su madre en Matamoros, Tamaulipas, cumpliendo la voluntad de Dulce, según declaraciones de su amigo Jorge Flores a medios de comunicación. Sin embargo, Cano añade: “No podemos culpar a Romi. Nunca en la vida lo voy a hacer porque yo la quiero mucho, pero nadie sabemos qué es lo que pasa por la mente de Romina”.
Las cenizas de Dulce, según reportes de Univision, serán trasladadas a Monterrey y posteriormente a Tamaulipas, su lugar de descanso final junto a sus padres. La Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México será el escenario de una misa en su memoria, un evento que seguramente congregará a miles de sus seguidores, un público que lamenta la partida de una estrella y aún busca comprender las circunstancias que rodearon su despedida.