Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas, mejor conocida como Dulce, dejó este mundo a los 69 años tras complicaciones de salud. Su voz, sinónimo de la balada romántica de los 80 y 90, marcó a toda una generación con éxitos que aún hoy son recordados con nostalgia. Nacida en Matamoros, Tamaulipas, su trayectoria la consolidó como una de las artistas más queridas de México y Latinoamérica.
Entre las muchas reacciones a su partida, la de Yuri, otra gran voz de la balada mexicana, ha generado una lluvia de críticas. En un video publicado en sus redes sociales, Yuri rindió homenaje a Dulce, pero la forma en que lo hizo desató una polémica.
El video, en el que se ve a Dulce expresando su admiración por Yuri —“Yo la considero una compañera, una gran artista, una mujer muy talentosa, una gran cantante, una mujer muy exitosa”— fue interpretado por muchos como un acto de egocentrismo por parte de Yuri. Se critica la inclusión de este testimonio, en un momento dedicado al luto de la fallecida.
Algunos comentarios en redes expresaron: "Este video demuestra tu egocentrismo", "Se trata de ella, no de usted, con todo respeto", "Se murió Dulce, no tú, qué mal gusto de poner este video", "Totalmente fuera de lugar". La publicación de Yuri, que originalmente buscaba honrar la memoria de Dulce, ha generado un debate sobre la sensibilidad y la pertinencia en momentos de duelo.
La extensa y fructífera carrera de Dulce, llena de éxitos memorables y una capacidad inigualable para conectar con el público a través de sus interpretaciones, deja un legado imborrable en la música romántica. Su influencia perdura, inspirando a generaciones de artistas.
Su partida representa una pérdida importante para la música mexicana, un vacío que difícilmente será llenado, dejando un silencio que solo sus canciones podrán llenar en la memoria colectiva.