El viernes por la noche, Rihanna, la indiscutible reina del pop, se encaminaba a un club privado, Prive, en la Gran Manzana. Intentaba pasar desapercibida bajo una gorra de béisbol, pero su estilo inconfundible la delató. Imaginen: una falda de lentejuelas color champán, con una abertura en la parte trasera que brillaba bajo las luces de la calle, combinada con botas de piel de serpiente.
Completaba el atuendo una chaqueta negra oversized, una sencilla blusa gris y un enorme bolso marrón. A pesar de su intento de discreción, la cantante de 36 años regaló una pequeña sonrisa mientras caminaba con la mirada baja. Este look, digno de admiración, llega días después de una revelación sorprendente.
En una entrevista reciente con el creador de contenido Ajay Porter (Mystery Fashionist), Rihanna confesó su mayor arrepentimiento en materia de moda: “Dios mío, ¿por qué tienen que sacar a relucir cosas viejas?”, respondió al ser cuestionada sobre sus peores elecciones de estilo de principios de los 2000. “Cuando empecé, usaba jeans holgados con la ropa interior a la vista… ¿qué diablos estaba pensando?”, admitió con incredulidad. Añadió, entre risas, que esa tendencia, aunque haya resurgido, es mejor dejarla en el pasado: “¡Se llama crecimiento!”, exclamó.
La conversación giró luego a su atuendo actual, un conjunto que incluía una chaqueta Christian Dior, pantalones Yves Saint Laurent, las mencionadas botas de serpiente y un cinturón negro tachonado. También compartió algunos de sus básicos infalibles: una gorra de béisbol de Nueva York, jeans vintage y su bolso LV Speedy Croc.
Esta salida nocturna ocurre en un momento interesante en la vida de Rihanna. Recordemos que mantiene una relación con A$AP Rocky desde hace casi cinco años, con quien comparte dos hijos, RZA y Riot Rose. Además de su carrera musical, ha incursionado con éxito en el modelaje, protagonizando atrevidas campañas para su marca de lencería, Savage X Fenty.
Y como toque final a esta semana llena de eventos, un encuentro inolvidable: Mariah Carey, durante su concierto en el Barclays Center, firmó un autógrafo… ¡en el pecho de Rihanna! Un momento que la propia Rihanna definió como "épico". Un encuentro de dos titanes de la música que nos deja con la expectativa de más momentos memorables.