Fue la sinergia entre Michael Jackson y el maestro productor Quincy Jones, junto a otros talentos, lo que dio vida a este proyecto que combinó música, cine, y una visión innovadora.
La génesis de "Thriller" se remonta a la colaboración anterior entre Jackson y Jones en el álbum "Off the Wall". El éxito rotundo de este disco, con su estrategia de promoción en mercados pop y R&B, sentó las bases para un proyecto aún más ambicioso. Como declaró Larry Williams, saxofonista del álbum, en una entrevista en 2022 con The New York Post: “El mandato era que cada canción fuera un éxito.”
Pero la clave no solo residía en la ambición, sino en la búsqueda incansable de la perfección. Rod Temperton, el compositor prácticamente anónimo tras éxitos como "Boogie Nights" de Heatwave, resultó ser el artífice de la melodía. La historia cuenta que Jones escuchó cientos de canciones antes de seleccionar las que conformarían Thriller, con una notable contribución de Temperton.
Curiosamente, la inspiración para "Thriller" provino de la pasión de Jackson por el cine. Sin embargo, su amor por las películas no incluía el género de terror. Un hecho que se vincula con experiencias infantiles traumáticas que lo dejaron con un miedo profundo a lo sobrenatural.
La canción, inicialmente titulada "Starlight", sufrió varias transformaciones antes de adquirir su nombre definitivo. El propio Temperton recuerda cómo la palabra "Thriller" le llegó a la mente como una revelación, visualizando su impacto inmediato.
El proceso de grabación fue intenso, con jornadas extenuantes en los estudios Westlake. Las famosas aulladas de lobo, por ejemplo, fueron realizadas por el mismísimo Jackson, una anécdota que revela la dedicación extrema del equipo. La oscuridad también jugó un papel clave: Jackson prefería grabar sus vocales en penumbra para concentrarse mejor.
La participación de Vincent Price en la narración marcó otro punto álgido, aunque su colaboración estuvo marcada por una posterior disputa por los derechos de autor. La esposa de Quincy Jones, Peggy Lipton, fue la intermediaria de esta colaboración, que a la postre, dejó un sabor agridulce para el actor.
Sorprendentemente, la producción del videoclip estuvo a punto de no ocurrir. La idea surgió de la férrea competitividad de Jackson, quien buscaba superar a artistas como Madonna y Prince. La dirección del video, a cargo de John Landis, significó un desafío tanto creativo como económico, con Jackson asumiendo una gran parte de los costos.
El vestuario icónico de Jackson fue una creación de Deborah Landis, la esposa del director, inspirándose en la elegancia de Fred Astaire. La coreografía, por su parte, fue una colaboración entre Jackson y Michael Peters, quien destacó el don innato del cantante para el baile y su capacidad para interiorizar el ritmo.
La participación de la actriz Ola Ray, como interés amoroso en el video, generó una relación romántica en la vida real, aunque con un final no tan feliz, como lo demuestran las demandas posteriores por incumplimiento de pago.
La filmación estuvo rodeada de misterio y gran secretismo para evitar filtraciones a la prensa. Además, anécdota curiosa fue el incidente en el que Jackson, pidió que su propio padre, Joe Jackson, fuera escoltado fuera del set.
Finalmente, la fe religiosa de Jackson estuvo a punto de truncar el proyecto, pero gracias a la intervención de su abogado, John Branca, el video pudo ver la luz. El estreno fue un evento memorable, con una asistencia de celebridades y la repetición del video debido a la gran aclamación.
El impacto del video impulsó al álbum Thriller a la cima de las ventas, convirtiéndose en un récord histórico. Sin embargo, para Jackson, este éxito se convirtió en un reto a superar, aunque sin lograr repetir el nivel de éxito jamás alcanzado.