La atmósfera, cargada de nostalgia y emoción, prometía una velada única para todos los asistentes. El 31 de diciembre, Lucero y Mijares, iconos de la música mexicana, compartieron escenario como parte de su exitosa gira "Hasta que se nos hizo". La presencia de su hija, Lucerito Mijares, de 20 años, añadió un toque especial a la presentación, creando una dinámica familiar en el escenario que cautivó a la audiencia.
Durante la interpretación de "Amante Bandido", un clásico de Miguel Bosé, ocurrió un momento inesperado. Lucero sorprendió a Mijares con un beso en la mejilla, un gesto de complicidad que generó euforia entre el público. La espontaneidad del acto y la reacción de Mijares, visiblemente sorprendido, fue lo que causó sensación en las redes sociales días después.
La reacción de Lucerito fue quizás lo más comentado. Desde la parte trasera del escenario, la joven cantante observó la escena con una expresión de asombro, haciendo un gesto de incredulidad con las manos. La imagen, captada por las cámaras presentes, se ha vuelto viral, reflejando la genuina sorpresa del momento.
Más allá del beso, la noche representó la consolidación de una relación familiar que ha sabido sobreponerse a los desafíos. La gira conjunta, la convivencia en el escenario y los gestos de cariño evidencian una unión que trasciende lo profesional y alimenta las especulaciones de los fanáticos.
El concierto en Acapulco se convirtió en una muestra más de la estrecha relación entre Lucero y Mijares, un vínculo que, a pesar de la separación, permanece sólido y público, demostrando una madurez admirable ante los ojos de la audiencia y el mundo del espectáculo.