En estos días, la noticia ha causado un profundo impacto en las redes sociales, generando una ola de reacciones y solidaridad. El fallecimiento de Carol Acosta, conocida en el mundo digital como Killadamente, a los 28 años, ha dejado a sus millones de seguidores conmocionados. Su carismática presencia en plataformas como Instagram, donde contaba con más de 6.5 millones de seguidores, se apagó el 4 de diciembre. La influencer, recordada por sus mensajes de amor propio y aceptación, deja un legado tangible en la memoria de quienes la conocieron a través de la pantalla.
La situación se ha complicado aún más para su familia. Su hermana, Kathyan, ha salido a la luz pública para enfrentar una realidad inesperada: la falta de recursos económicos para cubrir los gastos del funeral. En una transmisión en vivo a través de TikTok, con la voz entrecortada por el dolor, Kathyan explicó la situación familiar. “No tenemos ese dinero para darle un adiós como ella se merece”, confesó entre lágrimas.
Kathyan, quien también tiene la responsabilidad de cuidar a dos menores, se ve enfrentada a una situación económica precaria, agravada por la repentina pérdida de su hermana. La carga familiar ha aumentado, ya que su madre ahora cuida de otros dos niños. La joven aclaró que el dinero recaudado, a través de una campaña en GoFundMe con una meta de 15 mil dólares, se destinará exclusivamente a los gastos funerarios de Killadamente.
En medio del dolor, Kathyan ha tenido que hacer frente a situaciones adicionales. Señaló públicamente la existencia de una campaña de donaciones fraudulenta realizada por una prima, instando a la comunidad a reportar la cuenta falsa. Kathyan también reveló un dato crucial sobre los últimos años de su hermana: “Killadamente no tenía ni un peso, solo la fama”. Tras la pérdida de la custodia de sus hijos, Carol dejó de crear contenido, afectando sus ingresos significativamente.
La historia de Killadamente y su familia nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en momentos de profunda adversidad. La inesperada partida de una joven influencer, con millones de seguidores en redes sociales, deja un vacío y una lección conmovedora sobre el valor de la vida y la realidad a menudo invisible detrás de la imagen pública.