La ciudad, en su esencia misma, parece guardar secretos a voces.
Hablamos de una escapada discreta, de esas que solo se intuyen, que se perciben en un susurro entre los naranjos. Días antes del Año Nuevo, Alejandro Sanz, el ícono de la música española, y Candela Márquez, la actriz valenciana que conquista corazones con su talento, fueron fotografiados en la capital hispalense. La imagen, capturada con la espontaneidad de un instante fugaz, los muestra saliendo de un hotel, acompañados por una figura peluda e inseparable: 'Duna', la chihuahua de Candela.
La fotografía, lejos de ser un montaje estudiado, revela un momento de serenidad, un instante que captura la esencia de una relación que comenzó a mostrarse al mundo en la alfombra roja de los Latin Grammy Miami 2024. Desde entonces, la pareja ha preferido la intimidad, pero sus pasos son firmes, seguros, como una melodía que se va construyendo nota a nota.
En el rostro de Alejandro, se puede apreciar una tranquilidad que contrasta con el periodo de crisis personal que atravesó tras su separación de Rachel Valdés. "Millones de personas podrán acceder al backstage de su vida", se adelanta en la sinopsis del documental que el artista prepara para Netflix, un proyecto de tres episodios que promete una mirada íntima y sin tapujos a su vida personal y profesional, un recorrido por momentos difíciles y un nuevo comienzo.
Mientras tanto, la primavera se acerca, trayendo consigo el lanzamiento de su nuevo disco, un nuevo capítulo en su brillante carrera musical. El año promete ser rico en proyectos, en sonidos nuevos, en emociones compartidas, y en la compañía discreta, pero sólida, de Candela Márquez. Una historia que, como Sevilla misma, esconde belleza y serenidad en cada rincón.