Recientemente, Hugh Jackman, el icónico Wolverine, y la actriz Sutton Foster, fueron vistos compartiendo un momento íntimo en un restaurante In-N-Out Burger en Los Ángeles. El detalle que ha incendiado las redes: un beso apasionado, a plena luz del día, junto a su coche. Este gesto, aparentemente sencillo, ha generado una ola de reacciones, dividiendo a los internautas entre la indignación y el apoyo.
La separación de Jackman de su esposa, Deborra-Lee Furness, tras 27 años de matrimonio, anunciada en septiembre de 2023, ha dado contexto a la situación. Muchos usuarios expresan su molestia, incluso indignación, por la forma en que se ha manejado la situación. "Es una falta de respeto para su ex esposa", comentó una usuaria. Otros señalan la falta de tacto, afirmando que "no hay razón para hacerlo en público más que para herir a Deborra". Las críticas van desde la acusación de falta de consideración hasta el calificativo de "acto cruel".
Sin embargo, no todos los comentarios son negativos. Algunos usuarios defienden a la nueva pareja, asegurando que "es la primera vez que veo a Hugh genuinamente feliz". Otros resaltan el talento de Foster y se centran en la felicidad que la pareja proyecta. La diversidad de opiniones demuestra la complejidad de la situación, y la intensidad de las reacciones en las redes.
El contexto de la noticia se complica aún más si consideramos los rumores de infidelidad que han circulado en los últimos meses, sugiriendo que una relación entre Jackman y Foster habría culminado en el fin de sus respectivos matrimonios. Foster se divorció de Ted Griffin en octubre del año pasado. Se mencionan, incluso, supuestas reacciones de allegados, y cómo el manejo de la información habría generado un malestar profundo en Furness. Al parecer, la noticia de la relación no llegó a Furness de manera directa, alimentando especulaciones sobre si existió un ocultamiento intencional de la situación. Los representantes de Furness y de algunos involucrados se han mantenido en silencio frente a las acusaciones.
La declaración conjunta de Jackman y Furness al anunciar su separación, donde enfatizaron la importancia de su familia y pidieron respeto a su privacidad, contrasta con la intensidad del debate público generado por el beso en In-N-Out. La imagen pública de Jackman, siempre cuidadosa y respetuosa, ha sido cuestionada por este episodio, dejando al descubierto la fragilidad de la imagen en la era digital.