Khloe Kardashian, la reconocida figura de la televisión estadounidense, se ha visto envuelta en una controversia relacionada con el consumo de agua en su mansión de Hidden Hills. La situación se torna particularmente sensible considerando la sequía que afecta a Los Ángeles y el uso crítico del agua para combatir las llamas.
La polémica surgió luego de que se publicara un artículo en Rolling Stone, donde se reveló que la residencia de Khloe habría superado ampliamente los límites de consumo de agua permitidos durante un período de escasez en 2022. La cifra mencionada: alrededor de 101,000 galones por encima del límite mensual. Esta información provocó una reacción inmediata en redes sociales, con numerosos usuarios criticando la presunta falta de responsabilidad de la celebridad.
La actriz Yvette Nicole Brown, por ejemplo, compartió en sus redes sociales una captura de pantalla del artículo de Rolling Stone, preguntando con ironía: "¿Es esto una broma @khloekardashian?". Otros usuarios también expresaron su indignación, señalando la incongruencia entre el discurso público de Khloe, que se ha mostrado crítica hacia la alcaldesa Karen Bass por los presupuestos destinados a la lucha contra incendios, y su alto consumo de agua durante la sequía.
Ante las críticas, Khloe publicó una nota en sus historias de Instagram en donde destacó la solidaridad y la compasión demostrada por los angelinos ante la tragedia. Describió la situación como "conmovedor ver cómo, ante una pérdida inimaginable, las personas se unen y se apoyan mutuamente con bondad y empatía inquebrantables". Sin embargo, la publicación no abordó directamente las acusaciones sobre su consumo de agua.
El caso de Khloe no es aislado. Su hermana Kim también enfrentó multas por exceso en el consumo de agua en su lujosa residencia. Incluso, otras celebridades como Sylvester Stallone y Kevin Hart fueron sancionados por infracciones similares. Fuentes cercanas a la familia Kardashian han confirmado que, actualmente, se han implementado medidas para ahorrar agua en sus propiedades.
Mientras tanto, la situación en Los Ángeles continúa siendo crítica. La demanda de servicios privados de bomberos, a un costo de $2,000 dólares por hora, ha aumentado considerablemente. Esta situación resalta las desigualdades presentes en la respuesta a la crisis, donde el acceso a recursos de seguridad depende de la capacidad económica.
La controversia generada pone de manifiesto la necesidad de una conciencia colectiva sobre el uso responsable del agua y la importancia de la equidad en la gestión de recursos ante desastres naturales. El impacto de las acciones individuales, incluso de las figuras públicas, resuena en la opinión pública, generando un amplio debate sobre responsabilidad social y la gestión de crisis.