La clave, al parecer, reside en desafiar las normas establecidas y encontrar la propia voz, incluso si eso significa romper algunos esquemas.
Kyle Sandilands, el controversial locutor de radio de Sydney, acumula una fortuna de $100 millones de dólares. A sus 53 años, su trayectoria es una historia de éxito poco convencional, y la explicación detrás de su imperio mediático resulta sorprendentemente simple.
Según Paul Dowsley, primer productor del programa The Kyle & Jackie O Show, el secreto reside en tres palabras: “I don’t care” (“No me importa”). Esta filosofía, según Dowsley, quien formó parte del equipo que consiguió un horario estelar para el programa en 2DayFM en 2005, permitió a Kyle desafiar las reglas de la radio tradicional.
Craig Bruce, director de contenido del programa en aquel entonces, recuerda varios incidentes donde Kyle ignoró las convenciones. Las reglas incluían mantener los cortes comerciales a tres minutos, para asegurar la transmisión oportuna de noticias y tráfico. Kyle, sin embargo, mantenía las conversaciones en vivo por más de 20 minutos. “No miro el reloj cuando el segmento está en marcha,” decía Kyle. “Estoy tratando de estar en el momento. Si el contenido va bien, no me importa cuánto se retrase las noticias. No me importa.”
Bruce admite que tenía una visión específica de cómo debería funcionar un programa de radio matutino, una visión que Kyle desechó por completo. “Tenía todos estos paradigmas sobre cómo debería sonar un programa, y qué debería hacer un programa matutino, y Kyle simplemente desafió y pisoteó cada uno de ellos,” confesó Bruce. “Y gracias a Dios que lo hizo.”
Incluso Paul Dowsley, quien se describe a sí mismo como un "quebrador de reglas", encontró refrescante el enfoque de Kyle. “Me encantaba que las noticias no estuvieran a tiempo, que las pausas no fueran de tres minutos y medio, que nos saltáramos algunas canciones y que Kyle hiciera comentarios atrevidos,” recuerda.
Sin embargo, la historia da un giro inesperado. El éxito arrollador en Sydney no se ha traducido en el mismo impacto en Melbourne. Para conquistar al público Melburniano, Kyle y su co-conductora, Jackie O Henderson (49), han decidido moderar su humor, notoriamente crudo y explícito. Una nueva campaña publicitaria con el eslogan "Escucha ahora. Nos estamos portando bien", adornando los autobuses de Melbourne, refleja este cambio estratégico. La disminución del contenido sexual explícito, según Duncan Campbell, director de contenido de ARN, fue una decisión de Kyle, quien está decidido a conquistar el mercado de Melbourne.
La decisión de adaptar su estilo para un nuevo mercado representa un giro interesante en la trayectoria de Kyle Sandilands, demostrando que incluso la fórmula del "no me importa" puede necesitar ajustes para mantener el éxito.