Christina Haack, la conocida personalidad de HGTV, ha acaparado titulares últimamente, no solo por sus proyectos inmobiliarios, sino también por su vida sentimental. Después de su divorcio de Josh Hall en julio de 2024, una nueva relación ha salido a la luz, y no de la manera más convencional.
Fue a través de las stories de Instagram donde se hizo evidente la relación de Christina con Christopher Larocca, un empresario con el que, según fuentes cercanas, ha estado saliendo por varios meses. Imágenes de cócteles en el lujoso Hotel Bvlgari y sonrisas radiantes en el Dior Cafe, junto a las etiquetas que confirman su presencia, pintan un cuadro de una escapada parisina llena de romance.
Una fuente anónima reveló a DailyMail.com que la pareja, lejos de ocultar su romance, ha sido vista con frecuencia en Newport, incluso realizando viajes internacionales. De hecho, se rumorea que una fotografía de octubre de 2024, donde Haack aparece en un Ferrari, la muestra de la mano de Larocca tras una cena especial.
La discreción de la pareja se vio rota por la publicación de estas imágenes y por el avistamiento de ambos en el LAX, donde fueron captados subiendo a un avión, con Christopher poniendo cariñosamente su mano en la espalda de Christina. Esta demostración de afecto confirma la solidez de la relación.
Mientras tanto, el divorcio de Haack con Hall continúa. Recientemente, un juez ordenó a Christina pagar $150,000 a Hall provenientes de la venta de su casa de $4.5 millones en Tennessee. Este fallo, detallado en documentos judiciales, se debe a una disputa sobre la propiedad de la vivienda, que se puso a la venta en octubre de 2024, fue retirada, y luego puesta de nuevo a la venta en diciembre. Se alega que la vivienda fue puesta a la venta sin el consentimiento de Hall. Ambos ya han encontrado nuevas parejas. Hall sale con Stephanie Gabrys, una modelo de bikini de Nashville.
En una entrevista con Us Weekly, Christina declaró "Siempre amaré el amor, probablemente me casaré de nuevo eventualmente. Pero no pronto". Sus planes incluyen un compromiso mínimo de cinco años antes de volver al altar, lo que da una idea de sus prioridades.
La vida amorosa de Christina, un capítulo más en su siempre interesante historia, continúa escribiendo nuevas páginas, llenas de viajes, romances y, por supuesto, el brillo inconfundible de las cámaras.