Gracie Abrams y Demi Lovato, cantantes reconocidas con millones de seguidores, denunciaron públicamente un problema en sus cuentas de Instagram. No se trataba de un fallo técnico común, sino de algo más extraño. Según sus publicaciones, parecía haber dificultades para dejar de seguir las cuentas oficiales de Donald Trump (@potus) y JD Vance (@vp).
Abrams, en una historia de Instagram, mostró su frustración al tener que dejar de seguir las cuentas oficiales del nuevo gobierno hasta en tres ocasiones. "Tuve que dejar de seguir a @vp y @potus tres (3) veces hoy porque @meta seguía volviéndolas a seguir automáticamente," escribió la artista, añadiendo un toque de incredulidad con un “¡Qué curioso!”.
Lovato, por su parte, compartió una captura de pantalla del perfil de Vance en sus historias, con el mensaje: "He dejado de seguir a este tipo dos veces hoy." La cantante no se quedó callada y añadió un comentario directo hacia Meta: “Negocio turbio, Meta”.
Ante estas acusaciones, Andy Stone, director de comunicaciones de Meta, respondió a través de Threads. En un comunicado, negó que la plataforma hubiera hecho que los usuarios siguieran automáticamente las cuentas oficiales de la presidencia. Stone explicó que el cambio de administración implica un cambio en el contenido de las páginas, un proceso que lleva tiempo y podría afectar las solicitudes de seguir o dejar de seguir cuentas.
El cambio de administración, con Trump regresando a la presidencia tras su segundo mandato, ha significado una reconfiguración completa de las cuentas oficiales en redes sociales. Trump, quien estuvo previamente baneado de las plataformas de Meta, ahora utiliza activamente su cuenta de Instagram, compartiendo contenido diariamente desde la Casa Blanca. Sus publicaciones incluyen videos de él firmando órdenes ejecutivas, con comentarios como: “¿Quién está listo para el segundo día? ¡El impulso es imparable!”.
Vale la pena recordar que Abrams y Lovato fueron abiertas defensoras de la administración Biden-Harris, incluso apoyando la campaña presidencial de Kamala Harris en 2024. Su reacción a la situación en Instagram refleja una dinámica política compleja, donde las redes sociales juegan un rol crucial en la comunicación pública.
La controversia sigue generando debate sobre la transparencia y el control de las redes sociales, especialmente en torno a figuras políticas de alto perfil. La respuesta de Meta y las reacciones de los usuarios dejan claro que el mundo digital y el mundo político están cada vez más entrelazados.