Se trata de Hailee Steinfeld, la talentosa actriz y cantante de 28 años, y su prometido, el destacado quarterback de los Buffalo Bills, Josh Allen, también de 28 años. Su romance, hasta ahora mantenido con un perfil bajo, ha salido a la luz con una declaración emotiva de Steinfeld.
Tras la derrota de los Bills en el Campeonato de la AFC contra los Kansas City Chiefs, una decepción que dejó a Allen visiblemente afectado —"No es divertido," declaró a la prensa, "Pero para ser campeón, tienes que vencer al campeón, y no lo hicimos esta noche"—, Hailee ha compartido su apoyo incondicional.
En una entrevista con E! News, la actriz expresó su orgullo hacia Allen: “Para decirlo de la manera más sencilla, estoy muy orgullosa de ese hombre. Todo lo que ha hecho, y todo lo que el equipo ha logrado juntos… él es la persona que más trabaja que conozco”. Una declaración que refleja la admiración y el cariño que siente por su futuro esposo.
Más allá de la derrota en el campo, la pareja tiene mucho que celebrar. Su compromiso, anunciado en noviembre pasado con una romántica foto en Instagram que mostraba a Allen arrodillado entre un arco de rosas, ha llenado de alegría a sus familias. Una fuente cercana a la pareja confirmó a PEOPLE que ambos clanes están "emocionados" con la noticia, añadiendo que "han estado locamente enamorados desde el principio".
Detalles como su cena romántica en el restaurante Crillon de París, donde fueron vistos de la mano, añaden un toque de cuento de hadas a esta historia de amor entre dos jóvenes talentosos con vidas públicas muy diferentes pero un futuro en común prometedor. El juego del domingo, aunque culminó con una derrota, parece haber solidificado aún más este vínculo.
Allen, quien en el partido tuvo una excelente actuación con 22 de 34 pases completados, 237 yardas, dos touchdowns y ninguna intercepción, demostró una vez más su perseverancia. La quinta vez en los últimos cinco años que los Chiefs, liderados por Mahomes, impiden a los Bills llegar al Super Bowl, no empaña el brillante futuro que espera a la pareja fuera del campo.