Lily Allen, la carismática cantante conocida por temas como "Smile", y David Harbour, el reconocido actor de Stranger Things, han sido una pareja que ha cautivado la atención de los medios durante años. Su boda en Las Vegas en 2020, oficiada por un imitador de Elvis, fue un evento que se convirtió en noticia en todo el mundo. Imágenes de la ceremonia, con sus hijas Ethel, de 13 años, y Marnie, de 12, como testigos, inundaron las redes.
Pero fuentes cercanas a la pareja han confirmado a medios internacionales una noticia que ha generado revuelo: la pareja se ha separado después de cuatro años de matrimonio. La información, dada a conocer a principios de febrero de 2025, ha sorprendido a muchos seguidores que seguían de cerca su relación, a menudo expuesta – aunque de forma selectiva – a través de sus perfiles en redes sociales.
En los últimos años, la pareja había compartido públicamente algunos aspectos de su vida en pareja, mostrando una faceta no exenta de contradicciones. Por ejemplo, la participación de Lily Allen en OnlyFans, vendiendo fotos de sus pies, fue un tema que abordaron con humor y transparencia, destacando la inusual dinámica entre ellos con respecto al control de las aplicaciones de sus teléfonos: “Mi esposo es el cuidador de mi teléfono, así que controla las aplicaciones que se me permite tener. Yo también controlo las suyas”, declaró Allen en una entrevista.
A lo largo de su relación, ambos también han sido honestos sobre las dificultades. Allen mencionó en su podcast, "Miss Me?", un periodo de "tiempos difíciles" que afectaron su salud mental y su alimentación. Por otro lado, Harbour, en una entrevista con PEOPLE en 2023, describió su relación como una en la que ambos valoraban su espacio individual: “Mi esposa disfruta cuando trabajo porque es bueno para ella tener su vida y para mí tener la mía, y para que no nos molestemos mutuamente estando juntos todo el tiempo.”
Imágenes de la pareja en eventos públicos, desde estrenos de películas hasta conciertos de Taylor Swift, ilustraban una imagen de felicidad familiar. Sin embargo, la reciente separación deja abierta la pregunta sobre la verdadera naturaleza de las relaciones expuestas al escrutinio público en la era digital.
La separación marca un nuevo capítulo tanto para Lily Allen como para David Harbour, dejando a la especulación pública y al tiempo el desenlace de esta historia.